La dependencia política de ‘El Punt Avui’: el diario de Puigdemont se juega 1,1M€ tras la ruptura del Govern
El 30% de los ingresos publicitarios que el periódico facturó en 2021 procedieron de publicidad institucional de la Generalitat
La salida de Junts per Catalunya del Govern ha vuelto a poner de manifiesto la dependencia de algunos medios afines respecto a los fondos de la administración. Desde que ERC gobierna la Generalitat en solitario, ha asumido, también, la gestión de la publicidad institucional, una tarea que ya ha sido criticada por El Punt Avui, el rotativo donde trabajó el expresident Carles Puigdemont. El diario ha detectado una reducción en las páginas contratadas para poner anuncios públicos, lo que ha puesto en riesgo el 29% de sus ingresos publicitarios, procedente de la publicidad institucional del Govern.
Según, la Memoria de la Comisión Asesora sobre la Publicidad Institucional (CAPI), el medio antiguamente dirigido por Xevi Xirgu, íntimo de Puigdemont; recibió 1,1 millones de euros en anuncios procedentes de la administración autonómica el pasado 2021. Los ingresos totales en publicidad percibidos por la publicación en el mismo año fueron de 3,9 millones de euros, según las cuentas remitidas al Registro Mercantil. En total, facturó más de 10 millones de euros, 6 de los cuales provienen de la venta de periódicos.
Esta semana, el director de El Punt Avui, Joan Vall, ha publicado un artículo donde arremete contra la gestión de ERC en esta materia, por lo que considera “un vergonzoso recorte de publicidad institucional” que arrastra desde 2018. «Retuercen hasta el ahogo y la humillación» a quien no trata de ganarse su benevolencia «sin vergüenza, sin contemplaciones y sin miramientos», asegura para luego remarcar: «Hablo por experiencia propia».
Según afirma, desde que los republicanos vuelven a mandar en la publicidad institucional, han contratado “quince páginas en el Ara y tres en El Punt Avui”, con un fuerte recorte en el mes de octubre: “Así se las gasta ERC”. Este diario siempre ha sido más cercano a las premisas de la antigua Convergencia y a los actuales junteros.
Desde comienzos de este mes, ERC gobierna en solitario, tras la salida del Ejecutivo catalán de Junts, cuya militancia decidió romper la coalición con su socio y dejar de formar parte del Govern, después del cese del ahora exvicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró.
En disputa con su competencia directa
En 2021, meses antes de la rotura del Govern encabezado por Pere Aragonés, la edición en papel del diario propiedad de la empresa Hermes Comunicacions recibió casi 800.000 euros en publicidad, mientras que la edición escrita del periódico presidio por Esther Vera ingresó poco más de 400.000. La situación es totalmente a la inversa en las ediciones digitales: elpuntavui.cat recibió 378.000, mientras que el ara.cat supero el millón y medio.
El periodista también se mostró crítico con la gestión del actual secretario de comunicación, Oriol Duran, por las “discrecionales subvenciones a proyectos” con las cuales, según denuncia, se ha tratado al medio como un «harapo». Por ahora, estos datos no son públicos, pero en 2021 recibió 493.000 millones de euros del Departament de Cultura por su fomento del catalán.
La publicidad institucional contratada en El Punt Avui creció un 39% entre 2021 y 2020 después de años a la baja, con un mínimo de 625.000 en 2019, según el informe público y tal como afirma su director. En 2017, en el apogeo del procés independentista antes del referéndum del 1 de octubre, el medio independista ingresó más de 3 millones de euros en publicidad institucional, 2,5 contratados para la edición en papel, solo por parte de la administración encabezada entonces por Puigdemont.
De hecho, ese mismo año Hermes Comunciacions aprobó un ERE que dejó sin trabajo a 45 trabajadores y bajó el sueldo a gran parte de la plantilla. La editora de El Punt Avui justificó inicialmente el plan de despidos por el bloqueo de subvenciones a la prensa en catalán, fruto de la intervención de las cuentas de la Generalitat por parte del Gobierno después de la aplicación del artículo 155.