La demanda que siembra el caos en la sede de McDonald’s
Una demanda colectiva por la forma en la que McDonald's cobra sus productos podría traer "caos total" a la industria de restaurantes
Dos clientes del sur de Florida demandaron a McDonald’s por 5 millones de dólares porque la cadena de restaurantes no les hizo un descuento al pedir una hamburguesa sin queso. Y, por más ridícula que la demanda parezca, los abogados de la multinacional de comida rápida temen lo peor.
La defensa alega que McDonald’s gana entre 30 y 90 céntimos de dólar cada vez que cobra una hamburguesa (en este caso el «cuarto de libra» de su menú) sin queso al mismo precio que una con queso. La demanda se refiere a esta dinámica como «enriquecimiento ilícito».
La (otra) parte ridícula del caso es que no es una reclamación individual por una nimiedad de menos de un dólar, sino que es una demanda colectiva. Es decir, que si los reclamantes consiguen probar que McDonald’s ha ganado mucho dinero por esta práctica, y el juez decide en su favor, los resultados serían caóticos.
McDonald’s: la demanda puede crear el «caos total»
La multinacional está acostumbrada a recibir demandas, pero esta específicamente le preocupa. Pese a que la noticia ha sido tomada como un chiste en casi todas las esquinas de internet, los abogados de la empresa temen que el resultado del juicio pueda crear «caos total» en la industria estadounidense.
La defensa de McDonald’s presentó una moción para desestimar el caso de la corte federal de Florida la semana pasada, amparada en que la empresa no ha hecho publicidad del «cuarto de libra» sin queso durante años, por lo que la demanda «no está basada en la ley».
McDonald’s responde a su última demanda: «Esto es, en una palabra, una tontería»
«La decisión del cliente de rechazar el queso anunciado como parte del emparedado, que el restaurante está perfectamente dispuesto a suministrar, no es una base para imponer responsabilidad en la corporación de McDonald’s«, dice la moción.
Desde el punto de vista del restaurante, los minoristas no tienen «obligación legal de reducir el precio de un artículo del menú estándar para reflejar la decisión del cliente de rechazar algún ingrediente o componente del producto. Esto es, en una palabra, una tontería».
Pese a la «tontería», la defensa habla de «caos total» en la moción, dando a entender que si sentencia desfavorable en este caso abriría la puerta a una dinámica totalmente diferente en la venta de platillos y menús.