La crisis llega a la inmune Gran Vía madrileña
Los altos alquileres de locales, que pueden alcanzar los 90.000 euros mensuales, vacían más de una decena de establecimientos, un panorama inédito en la principal arteria comercial de la capital. El fin de la renta antigua ha sido la estocada
La Gran Vía de Madrid, uno de los ejes comercial más caros de España, ha dejado de ser inmune a la crisis inmobiliaria. Hasta en la milla de oro de la capital, la arteria por la que circulan hasta 20.000 peatones, han comenzado a vaciarse los locales comerciales. Los altos precios de los alquileres han vuelto inviables los negocios más tradicionales que han recibido la estocada con el fin de la renta antigua.
La Gran Vía cuenta con 13 locales vacíos y otros dos que ya prometen la llegada de un nuevo inquilino. Una de las últimas en cerrar ha sido la juguetería Así, que no ha podido asumir el aumento que implicaba el fin de la prórroga de los contratos de renta antigua.
Los alquileres de la zona, que no han dejado de sufrir incrementos desde el inicio de la crisis, son los más caros de Madrid y figuran entre los más altos de España. El último informe de Jones Lang Lasalle valora el precio del metro cuadrado en 2.760 euros el metro cuadrado anual. La renta implica que un local de 400 metros cuadrados como el que se anuncia en una de las fotografías que acompaña esta información asciende a los 90.000 euros mensuales. El informe de la inmobiliaria asegura que los locales libres en la zona son muy escasos. Pero la nueva realidad del mercado parece ser otra.
Zara en vez de Tapicerías Peña
Las tiendas, los bares y los restaurantes tradicionales no han podido aguantar los precios astronómicos de la avenida. El que fue un eje comercial de cines, teatros y comercios familiares se ha convertido en el zoco de multinacionales de la moda, franquicias y tiendas de souvenirs. «Hasta hace poco, lo más difícil de un comerciante era conseguir un comercio bien ubicado. Hoy vemos montones de locales en la Gran Vía. Ahora el problema es dar con el tipo de negocio que pueda mantener un alquiler tan alto», explica Mao Feng, presidente de la Asociación de Chinos en España.
Regalos Samaral, Tapicerías Peña o la internacional Doña Manolita han sido algunos de los negocios que han tenido que huir del emplazamiento. En los locales que dejan vacíos se instalan los Zara, Mango, y las franquicias de fuerte expansión como 100 Montaditos.