La crisis de la energía se come un cuarto del beneficio de Cementos Molins
En 2021, el sobrecoste de la energía para la industria electrointensiva superó los 1.500 millones de euros comparado con lo que pagaron sus principales competidores europeos
La escalada del coste de la energía hace meses que golpea a la industria española. A pesar de que la crisis es global, España tiene unos precios que duplican los franceses, más protegidos gracias a la nuclear. Las organizaciones electrointensivas lo denuncian desde hace tiempo; sus márgenes están en apuros. Es el caso de Cementos Molins, que ha visto como la subida del kilovatio se ha comido aproximadamente un cuarto de su beneficio operativo.
Así lo admitió el consejero delegado de la compañía, Julio Rodríguez, en un evento celebrado en el barcelonés Círculo Ecuestre. El dirigente advirtió que con el MWh por encima de 200 euros es muy difícil competir. Ya no con las compañías asiáticas. También con las del resto de Europa. «Se nos va el 25% del resultado operativo», lamentó.
«El coste unitario de la electricidad se ha disparado, y para nosotros el precio de la energía es un ser o no ser», avisó. Sin una certidumbre de que los precios vayan a bajar se hace muy difícil pensar en grandes inversiones en el territorio, añadió.
Sin embargo, la escalada de costes coge a Cementos Molins en un momento de solvencia económica. Hasta septiembre de 2021, ya con los precios en ascenso, la cotizada obtuvo un beneficio de 87 millones de euros, el 42% más que en el mismo periodo de 2020. Los ingresos se elevaron hasta los 702 millones de euros, el 29% más que en los tres trimestres comparables.
Las cifras son incluso mejores que las previas a la pandemia. Hasta el tercer trimestre de 2019, la compañía catalana había logrado unas ganancias de 70 millones de euros y unas ventas de 594 millones. La organización tiene músculo para soportar el aumento de los costes energético.
«En el corto plazo se invertirá donde se pueda ser más competitivo», advierte la industria catalana
A los lamentos de Julio Rodríguez se sumaron el resto de directivos citados en el Círculo Ecuestre. Jordi Mercader, director general de Miquel y Costas, también lamentó el golpe de «unos costes energéticos disparados» y pidió a las administraciones europeas que el continente «sea igual de competitivo que otras regiones».
Javier Pujol, consejero delegado de Ficosa, advirtió del impacto que va a suponer para España mantener el precio de la energía tan alto. Más cuando en el país vecino se paga la mitad. «En el corto plazo se invertirá donde se pueda ser más competitivo», señaló.
El coste de la energía se dispara frente a Alemania y Francia
El sector lamenta que la Unión Europea es hoy un destino lleno de costes para fabricar. Así lo avisaba ya hace meses el director general de la Asociación de Empresas con Gran consumo de Energía (AEGE), Fernando Soto: “Quiero ser optimista, pero es cierto que ya asoma el fantasma de las deslocalizaciones para el primer trimestre si no se revierte esta situación”, explicaba en una conversación con Economía Digital.
Este lunes, el dirigente cifró en 1.500 millones el sobrecoste que las empresas electrointensivas pagaron de más frente a sus competidores alemanes y franceses. «En España, en 2022 con los precios eléctricos por los 190 €/MWh y los diferenciales con nuestros competidores, podemos estimar que se producirá un sobrecoste de más de 2.300 millones de euros», explicó.
«Las industrias electrointensivas españolas arrancan 2022 sin señal de que los altos precios eléctricos vayan a moderarse, por lo que su actividad continúa estando en serio riesgo», lamentó. Las firmas afiliadas a AEGE cerraron 2021 pagando un precio de unos 120 €/MWh, más del doble que los industriales franceses (cuyas facturas fueron de 50 €/MWh), y más de 36 €/MWh por encima que nuestros también competidores alemanes.