La Cataluña postsentencia anota la primera gran derrota empresarial
Tesla opta por Berlín para instalar su nuevo centro de producción. La decisión se habría tomado en octubre, en pleno clima de violencia callejera
Barcelona pierde la oportunidad de albergar la primera planta que la compañía dirigida por Elon Musk, Tesla, construirá en Europa. Y de esta manera sigue perdiendo terreno en el mundo empresarial después de que más de 5.000 empresas se hayan ido de Cataluña desde finales de 2017.
Sobre la oportunidad de Tesla se ha visto beneficiada Berlín, que recibirá una inversión millonaria para fabricar vehículos y baterías eléctricas cerca de la capital germana.
Ya son cuatro las industrias de coches que en los últimos 10 años han estado interesadas en implantarse en Cataluña, pero que finalmente han decidido no terminar sus proyectos en tierras catalanas, tal y como ha adelantado el periódico El País.
El motivo de barajar Barcelona entre sus opciones era la imagen de ciudad moderna. Además, en la comarca de Anoia, la Generalitat puede ofrecer unos terrenos bien comunicados a menos de una hora de Barcelona.
Ahora la planta de fabricación de coches y baterías de Tesla se va a instalar en Grünheide, cerca de Berlín. Se prevé que se ponga en marcha para 2021 con el objetivo de crear 150.000 vehículos al año. Las fuentes consultadas por el pieródico de PRISA confirman que hubo posibilidades hasta el último momento, aunque desde el Ministerio de Industria y el Departamento de Empresa de la Generalitat, los interlocutores con la compañía, no quieren confirmar ni desmentir.
“Hay algunas negociaciones importantes y se están llevando con extrema cautela. Nadie quiere hablar”, cuenta una fuente vinculada al sector que tiene una relación habitual con las administraciones. Intentan evitar, según afirma esta persona, cualquier indiscreción que pudiera llevar al traste las negociaciones actuales. De momento Tesla, cuenta con dos sedes en EEUU (Reno y Buffalo) y otra en China (Shanghai).
La posible afectación «del procés» en las negociaciones
Aunque nadie se atreve a vincular claramente los altercados tras la sentencia a la derrota de la oferta catalana, existen fuentes que indican que la decisión final se tomó en plenas protestas del pasado octubre. Lo que sí que preocupa a las administraciones son los cuatro fracasos que acumula ya Cataluña en los últimos diez años para captar una nueva fábrica de coches.
En 2010 se hizo pública la negociación de la implantación en Cataluña del fabricante chino Chery. Un año después, fue Brilliance la que mostró sus intenciones, y ya en 2017, la también china Thunder Power hizo otra oferta. Ninguna de ellas terminó por asentarse en Catalunya en medio de maniobras por el procés.
Las dos plantas que siguen en Cataluña son Seat, en topes históricos de producción, y Nissan en la Zona Franca de Barcelona, que está en una de sus peores épocas a la espera de la asignación de un vehículo nuevo.