La catalana Red Points llevará a Sillicon Valley sus servicios anti-piratería digital
La firma tecnológica, que aspira a facturar un millón de euros en 2015 tras apenas cuatro años de vida, acaba de abrir una oficina en Munich y ya planea su aterrizaje en el mercado estadounidense
Los conflictos en torno a la propiedad intelectual son un problema global. Y por tanto, también las soluciones y el negocio en torno a ellos. La empresa catalana Red Points ofrece desde 2011 servicios contra la piratería online a empresas y marcas de diferentes sectores y orígenes. No en vano, esta start up nacida en Barcelona ya tiene oficinas en Madrid, Bolonia, Londres y Munich –esta última abierta el pasado mes de julio.
Pero los planes futuros de Red Points tienen acento norteamericano. Tal y como reconoce Josep Coll, fundador y presidente, EEUU es el próximo mercado en el que esta prometedora tecnológica, nombrada mejor empresa emergente en 2014 por la Generalitat, aspira a continuar su expansión internacional. Lo hará, en primer lugar, a través de un viaje a comercial a Sillicon Valley en el mes de noviembre.
En palabras de Coll, el objetivo de esta primera incursión será «oler el país», empaparse de las ideas del entorno y buscar inversores interesados en un modelo de negocio que ya ha demostrado su potencial.
Facturación de un millón de euros
Con 34 empleados sólo en su oficina de Barcelona, Red Points ha crecido rápidamente en pocos años. Y espera seguir haciéndolo. Las proyecciones de la empresa sitúan la facturación en 2015 en el entorno del millón de euros, más del doble que el registrado en el último ejercicio.
Coll atribuye el rápido crecimiento a diversos factores, entre ellos al equipo del que se ha rodeado en el último lustro, que incluye a Laura Urquizu, actual CEO de la firma y con experiencia directiva en varias compañías internacionales, y David Casellas, que se incorporó como responsable comercial y de negocio el mismo año de nacimiento de la empresa, proveniente del departamento de marketing del Futbol Club Barcelona.
Pero el valor diferencial de la empresa está en la tecnología que ofrece a las marcas que quieren hacer un seguimiento en vivo de su rastro en internet. Este software propio, bautizado como MAGDA en honor a la madre del fundador del proyecto (y primera inversor del mismo), permite localizar, detallar y eliminar los contenidos que vulneren los derechos de autor o de imagen de cualquier compañía.
Protección de la imagen de marca
Aunque prefiere no revelar los nombres de las firmas con las que trabajan, Coll explica cómo grandes empresas ya están utilizando este programa, que está inspirado en los buscadores que la gran banca utiliza para luchar contra el phishing, las estafas basadas en la suplantación de la identidad en el entorno digital.
Este ex-músico ahora convertido en empresario comenta cómo en los últimos años sus servicios se han ido adaptando a una clientela cambiante, que necesita cada vez más soluciones contra los piratas que hacen uso de la imagen de marca, nombre o imagen de una empresa ajena. Un problema creciente y de solución compleja, pero no imposible.