La Cambra exige consenso para reformar el Estado del Bienestar
Miquel Valls reclama un plan de estabilización hasta 2020 que incluya “reformas profundas” y evite la salida del euro
“El problema de España es que los mercados dudan de las capacidades de tomar decisiones y cumplir con los compromisos más allá de cuatro años”. Este es el análisis del que parte el presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Miquel Valls, para exigir un plan de estabilización hasta 2020 que incluya “reformas profundas”. Y ello pasa por tocar los pilares del Estado del Bienestar: “Las pensiones, la sanidad y la educación, además de reformas profundas de la administración”.
El presidente de la institución deja la puerta abierta a que el Estado pase las tijeras a los presupuestos de estas políticas, especialmente sensibles para la cohesión social. “Catalunya ya lo ha hecho”, recuerda. Eso sí, también afirma que la solución no se limita a recortar partidas. Como en las pensiones, que “también se pueden congelar los años que sea necesarios para hacer el sistema sostenible”. Un extremo que se tiene que discutir en el Pacto de Toledo, según su punto de vista.
Para la Cambra de Comerç de Barcelona, el objetivo final justifica la petición: evitar por todos los medios posibles una eventual salida de España del euro. “Seria un escenario catastrófico que afectaría de pleno a la industria, la capacidad exportadora que es a la vez importadora y el capital extranjero se iría del país”. Una “pérdida incalculable para toda una generación”.
Consenso político
En su demanda, deja claro que en esta hoja de ruta, el Gobierno “tiene que permitir que la economía crezca y desendeudarse al mismo tiempo”. No duda en ningún momento de la solvencia de España, “que se demuestra con el crecimiento de la exportación, que está al mismo nivel que Alemania, EEUU o el Reino Unido”.
Y para llevarlo a cabo, Valls también reclama un consenso de país. Afirma de forma tajante que no se puede abordar un plan de estabilidad de tal calado “con una mayoría absoluta. Está en juego el futuro de la economía española”.
La conclusión es igual de contundente: no se conseguirá la confianza en los mercados hasta que España no consiga un calendario de medidas para garantizar la sostenibilidad a largo plazo. “No sirve de nada especular sobre los mercados, al fin y al cabo representan a nuestros acreedores”.