La Cambra corrige las previsiones de Mas-Colell para Catalunya
La previsión económica de la entidad presidida por Miquel Valls es más optimista. Señala que en el primer trimestre entrará en recesión, pero que a finales de año la situación se invertirá
El Gobierno de la Generalitat, el de Mariano Rajoy, la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) esperan que el PIB catalán caiga el 1,7% en 2012. Una previsión que no comparte la Cambra de Comerç de Barcelona. Su presidente, Miquel Valls, ha asegurado en la presentación de la estimación económica de la entidad que “la situación global es muy incierta, pero no nos creemos esta desaceleración. Hay sectores que ayudan a crear confianza”.
Valls sustenta la declaración en la encuesta que hacen a las empresas asociadas. Destaca el elevado grado de apertura de las compañías catalanas al exterior, especialmente el esfuerzo que hacen para desembarcar en mercados de la Europa no comunitaria y en Asia. A pesar de que el 65% de las exportaciones tiene como destino los países de la UE. La evolución del mercado turístico catalán también avala la previsión optimista de La Cambra. En su estimación, salva los muebles al sector servicios. No esperan que entre en recesión en los próximos meses.
El presidente de la patronal ha evitado dar una cifra exacta del déficit catalán en 2012. Valls se ha limitado a señalar que en mayo revisarán “muy a la baja” la última previsión que habían hecho. En septiembre, esperaban una evolución positiva del PIB del 0,9% y ahora están seguros de que 2012 “cerrará en negativo”, en palabras del presidente. Eso sí, con una cifra más optimista que el -1,7% que prevén el resto de instituciones. “Hacen una previsión de máximos”, añade.
Factores desfavorables
En cuanto a los deberes que tiene que hacer Catalunya, desde la Cambra destacan que el Govern de la Generalitat y las patronales tienen que ayudar a consolidar la internacionalización de las pymes y las empresas de menos de 50 trabajadores. “La exportación aún es el motor de la salida de la crisis, pero se desacelera a finales de 2011 en la misma medida que la situación económica del resto de la UE se deteriora”, afirma Valls.
También ha destacado la realidad de la industria catalana, el sector que más ha empeorado en el cuarto trimestre de 2011. Tanto desde el punto de vista de cruzar fronteras como en la inversión interior. Para remediar la situación, especialmente grabe para todas aquellas empresas con menos de 50 empleados, ha reclamado que se abra el grifo de la financiación. “La falta de crédito es la clave para que el sector no se recupere”, sentencia.
El directivo espera que la nueva línea de crédito para las corporaciones locales (dispondrán de 35.000 millones de euros a través del ICO) y la inyección de capital que el Banco Central Europeo ha hecho en la banca facilite que a mediados de año el circulante vuelva a fluir. Una realidad que también reforzará, tal y como ha defendido, la reestructuración financiera que ha iniciado el ministro De Guindos y la reforma laboral. Todas ellas, medidas a medio plazo.
Adicional tercera
Una vez más, la Cambra de Comerç de Barcelona ha reclamado al Estado que dé a Catalunya los 759 millones de euros que tiene pendiente de pago de la adicional tercera del Estatuto y otros 1.200 millones del fondo de competitividad. Una inyección que mejoraría significativamente la cifra de déficit catalán, tal y como ha recordado Valls.
Por otro lado, ha lanzado un aviso de navegantes al Ejecutivo de Madrid sobre un eventual incremento del IVA: “Ya se han subido mucho los impuestos. Repercutiría negativamente en la actividad y la demanda”. En cuanto a la inflación, la Cambra espera que los precios sigan “estables” a merced de lo que pueda ocurrir con el precio del petróleo por los conflictos del Oriente Próximo.
Con todo, Valls afirma de forma tajante que “el peor año de la crisis fue 2009. Este será malo, pero tenemos esperanzas en el último trimestre”.