La Cámara de España ignora al independentista Canadell
La Cámara de España recuerda que la presencia de la Cámara de Barcelona en su pleno es una decisión que compete por entero a la Generalitat
La Cámara de Comercio de España que preside José Luis Bonet y las empresas del IBEX presentes en el pleno de la Cámara de Comercio de Barcelona han optado por el wait and see, por esperar antes de tomar decisiones, una vez que se ha confirmado que el independentista Joan Canadell presidirá esta última entidad.
En unas declaraciones anteriores a Economía Digital, Canadell reconoció que entre sus objetivos está separarse de la Cámara de España y acabar con las 14 sillas de pago del pleno de la cámara barcelonesa. Se refiere a los puestos asignados a las empresas patrocinadoras que han efectuado las mayores aportaciones dinerarias, entre las que se encuentran Caixabank, Naturgy o Abertis.
Pese a esta declaración de principios del próximo presidente de la Cámara de Barcelona, ninguna de las 14 corporaciones se plantean abandonar el pleno de forma precipitada. Fuentes de estas empresas indican que “esperaran a ver qué pasa” en los próximos meses.
Fuentes empresariales indican que, si se sintiesen incómodas, podrían abandonar el pleno. Eso supondría que dejarían de abonar las aportaciones anuales superiores a 75.000 euros. La cámara Barcelona ingresa por este concepto cerca de 1,5 millones de euros anuales. Sin embargo, insisten en que no han adoptado ninguna decisión.
La Cámara de España también se lo toma con calma. Su comité ejecutivo no se reúne hasta el próximo junio. Ni siquiera está previsto que se aborde el relevo en la presidencia de la Cámara de Comercio de Barcelona, al menos en el orden del día. Sin embargo, este relevo les afecta y mucho.
El puesto de Miquel Valls
El todavía presidente de la cámara Barcelona, Miquel Valls, ostenta la vicepresidencia segunda de la cámara española. Su sucesor, el independentista Canadell, deberá decidir si Valls les sigue representando. No es lo más probable. Y peligran más cabezas.
Desde la Cámara de España se insiste en que la cámara barcelonesa forma parte de su pleno y ocupa una de las vicepresidencias porqué así lo decidió la Generalitat, aunque delegó esta decisión en el Consejo de Cámaras de Cataluña. Como administración tutelar de las cámaras catalanas, el gobierno de Quim Torra decidió el pasado año que Cataluña estuviese representada en la Cámara de España por las corporaciones de Barcelona y Lleida.
Del pleno de la Cámara de España tan solo forman parte 27 de las 85 cámaras de comercio territoriales, además de 28 grandes corporaciones empresariales, representantes de ministerios y patronales. Son los gobiernos de las autonomías los que designan a las cámaras que les representan.
Fondos europeos
La Cámara de Barcelona puede irse del pleno de la Cámara de España cuando le venga en gana. No obstante, otra cuestión es que rompa con la institución que preside Bonet. Estarían en peligro fondos europeos que en 2018 alcanzaron un volumen de 5,8 millones de euros.
Como organismo intermedio, la Cámara de España canaliza fondos de la UE para la dinamización empresarial que distribuye a las diversas cámaras territoriales. Se trata de fondos finalistas.
En una reciente rueda de prensa, los portavoces de la candidatura que se ha impuesto en la Cámara de Barcelona evitaron abordar que supondría una salida de la Cámara de España con el argumento de que todavía “no hemos entrado en el 100% de la contabilidad”.
En declaraciones a este medio antes de imponerse en unas primarias internas para la presidencia, Canadell indicó que mantendrán las relaciones –“¡faltaría más!”– con Bonet pero “con el ojo puesto en que, más tarde o más temprano, nos tendremos que desvincula”.
Anunció que, de momento, “trabajaremos conjuntamente en todo aquello que sea positivo para nuestras empresas. La cordialidad siempre será nuestra manera de actuar, pero con la vista puesta en una futura separación”. No anunciaron ninguna fecha para ello.