La banca saca pecho por su plan para los mayores pero advierte al Gobierno que la exclusión no es solo financiera

Los bancos recuerdan que la brecha digital no es solo un problema financiero y afecta a todos los sectores, sobre todo a la administración pública

Una oficina de Caixabank, cuya fusión con Bankia ha desencadenado la pérdida de más empleos en el sector bancario

Una oficina de Caixabank.

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La banca ha presentado este lunes una serie de medidas con las que pretende dar una mejor atención a las personas mayores y con discapacidad tanto en las oficinas físicas como en los canales remotos. Unas medidas que llegan después de que el Gobierno obligara a estas entidades a poner solución a la brecha digital que se ha generado en los últimos años, sobre todo desde la pandemia, ante el cierre de oficinas y la aceleración de los canales digitales.

El Gobierno dio a la banca un mes y cumpliendo con el plazo, las patronales bancarias daban a conocer hoy este protocolo para la inclusión financiera de mayores ante la ministra de Economía, Nadia Calviño y el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.

Durante la presentación, el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, aprovechaba para dejar claro que, aunque la banca esté en el ojo del huracán y se le hayan exigido estas medidas para cerrar la brecha digital, «el problema no es solo financiero y afecta a otros muchos sectores».

Unas palabras que sonaban muy parecidas en un encuentro financiero organizado por El Español donde los banqueros no solo han sacado pecho por sacar adelante este protocolo en apenas unas semanas, también aprovechaban para recordar al Gobierno que el problema de la digitalización no afecta solo al el sector financiero, sino a todas las industrias y muy concretamente, a las administraciones publicas.

El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, reconocía que la banca ha corrido mucho en su intento de digitalizar clientes, pero apuntaba: «yo no hablaría de exclusión financiera sino digital» y afecta a todos los sectores. En su opinión, no todas las personas tienen la misma capacidad para adaptarse en esta transición digital, pero «no queda más remedio que hacer el camino».

Gortázar explicaba que si bien es cierto que el sector bancario ha reducido el número de oficinas a la mitad en la última década, «la anomalía no es la situación de ahora y si la de hace 10 años», porque a pesar de los cierres, España es el segundo país con más sucursales en Europa y la banca da servicio al 97% de los ciudadanos.

«Es decir, solo hay un 3% que no tiene acceso a estos servicios en su municipio lo que compara con el 8% que no tiene acceso a la educación secundaria o el 12% que no tiene servicio de salud, por tanto el sector financiero si está presente en los municipios».

En la misma línea, el director de BBVA España, Peio Belausteguigoitia, apoyaba al de Caixabank al indicar que la brecha digital, «no es un tema que afecte exclusivamente a la industria bancaria», lo hace con todos los sectores, privados y públicos. A su juicio, en los últimos años ha habido mucha transformación «en todos los sectores» y en ese proceso, es evidente que determinados colectivos se sientan «más descolocados». Pero cree que «es trabajo de todos» el poner en valor las ventajas de la digitalización.

Por su parte, el consejero delegado de Abanca, Francisco Botas, se refería al asunto con un discurso muy similar. «Se trata de un problema de digitalización de la sociedad, que afecta a todos los sectores y el sector bancario ha dado un paso, nosotros lo estamos intentando solventar», comentaba.

El presidente de BBVA, Carlos Torres, y la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, también han insistido en las últimas semanas en que a los mayores no solo les cuesta relacionarse con su banco a través de los canales digitales, también les cuesta pedir cita en el médico a través del móvil, o pagar impuestos. Sin embargo, ellos han hecho los deberes y el Gobierno, no.

El sector cree por tanto que no se trata tanto de un problema que afecte a los mayores y a la banca, sino de determinados colectivos de personas que no cuentan con una educación o formación digital suficiente. Así, José Manuel Campa, presidente de la Autoridad Bancaria Europea también se pronunciaba sobre el asunto este lunes.

Campa apoyaba las medidas que ha puesto en marcha el sector bancario español y recordaba que en Europa – un mercado maduro y moderno- se ha generado un problema de exclusión financiera mientras que en otras sociedades menos desarrolladas, lo que hay es un problema de inclusión financiera. A su juicio, la tecnología está para quedarse, hay que adaptarse al nuevo entorno, y educar a los ciudadanos es una buena manera de conseguirlo.  

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