La banca deja a Duro Felguera al borde de la quiebra por los incumplimientos de Orihuela

La SEPI pide la entrada de un inversor para inyectar los primeros 40 millones y la asturiana tiene que presentarlo en menos de quince días

Sede de Duro Felguera

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Duro Felguera ha vuelto a la casilla de salida. La banca acreedora se plantea lo pactado con la empresa antes de aprobarse el rescate ante los incumplimientos del consejero delegado, José María Orihuela. La asturiana, vuelve a esta estar una vez más al borde la quiebra.

El pasado 4 de marzo, la SEPI, amparándose en el fondo creado para ayudar a compañías afectadas por la crisis del covid-19, dio luz verde a los 120 millones que de Duro Felguera había solicitado. Antes, pidió a la empresa que llegara a un acuerdo con sus acreedores.

Las siete entidades (Banco Santander, Caixabank, Banco Sabadell, Bankia, BBVA, Liberbank y Banco Cooperativo) negociaban desde hace tres años la refinanciación de la deuda sindicada de la compañía, que asciende a 85 millones de euros.

A pesar de la insistencia de Duro Felguera, nunca llegaban a un acuerdo porque la banca siempre pedía a la asturiana un plan de negocio viable y creíble. También que se pusiera orden en la alta cúpula, pues hubo -en un periodo de tiempo muy pequeño- bastantes salidas.

La situación era bastante complicada para la compañía, que siempre aquejaba estar al borde del concurso de acreedores, y con el estallido de la pandemia se volvió insostenible. Así que pusieron en marcha un proceso de reestructuración global.

Este incluía los 120 millones que pidieron a la SEPI, la refinanciación de la deuda sindicada de 85 millones de euros y la obtención de una línea revolving de avales por importe de 100 millones de euros para cubrir las garantías de los siguientes dos años. Paralelamente, abrieron un proceso de captación de inversores privados.

Con la SEPI dentro el escenario era más esperanzador, así que la banca se puso a negociar de nuevo y pidió a Duro Felguera que 80 de los 100 millones de avales estuvieran garantizados por el CESCE.

También que la empresa pagara los 20 millones restantes -los que no están avalados- a corto plazo. Solo así, los acreedores no tendrían que poner más dinero y habría acuerdo, algo que parece convenció a ambas partes. 

Después de este acercamiento, la SEPI notificó que aprobaba su rescate y más tarde se ratificó en el Consejo de Ministros. Incluso el Principado de Asturias anunció que entraría en el capital aportando 6 millones de euros.

Sin rastro del inversor

La SEPI se ha comprometido a pagar el rescate en dos fases, en la primera hará un pago de 40 millones de euros. Pero esperará a que entre un inversor industrial en la asturiana antes de que acabe junio para desembolsar el resto. La propia empresa notificó a la CNMV que tenía hasta cuatro ofertas vinculantes.

El plazo para el primer pago estaba fijado para finales de marzo, pero se amplió al 30 de abril. La razón es que pidieron a José María Orihuela que presenta la oferta de un inversor. Sin embargo, distintas fuentes consultadas por Economía Digital auguran que no hay inversor y esto lo complica todo.

Más que nada, porque estas no eran las condiciones que se pactaron al principio y la banca empezó a replantearse todo lo pactado antes de aprobarse el rescate.

A esto se suma que el Principado de Asturias no ha hecho su aparición y por tanto, no se sabe nada de los 6 millones que prometió. Parece que todos están esperando a que alguien de el primer paso y nadie quiere ser el primero.

Hay otro problema, la figura de Orihuela. La SEPI se comprometió por escrito a cambiar al CEO y a incluir dos consejeros en la empresa y esto no ha ocurrido.

Además, es el propio directivo quien hace de portavoz entre los bancos y la SEPI, algo que no gusta a los acreedores, quienes han decidido evitar el intermediario y negociar ahora directamente con ellos.

Y luego está la incertidumbre sobre si el rescate se ha aprobado por presiones políticas. Esto llegó incluso a una sesión de control al Gobierno recién aprobado al rescate, donde se puso de manifiesto si la presencia de los exministros socialistas Valeriano Gómez y Jordi Sevilla en el consejo, habrían tenido que ver.

“Mucho tiene que cambiar el panorama, pero no se puede mantener la agonía” destacan estas fuentes, las mismas recuerdan que otras empresas del sector, como Abengoa han terminado por solicitar el concurso de acreedores. Un escenario que se debe barajar como no se llegue a un nuevo acuerdo.

Por su parte, fuentes cercanas a Duro Felguera dicen que en la compañía están tranquilos, que siempre han cumplido con lo que le ha pedido la SEPI y que se suele «levantar ruido» cuando parecen que se agotan los tiempos.

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