La banca acumula casi 1.000 millones para hacer frente a las cláusulas suelo
Caixabank concentra la gran mayoría de estas provisiones tras heredar los litigios de Bankia
Santander, Caixabank, Unicaja, Sabadell y el resto de entidades del sector cuentan con un colchón de casi 1.000 millones de euros para hacer frente a las reclamaciones de sus clientes por las cláusulas suelo, unas provisiones que ya estaban constituidas a finales del año pasado y que ahora se deben revisar porque la justicia europea ha decidido avalar el reembolso de cantidades que no se exigieron en su momento y si se podrán solicitar ahora.
La banca recuerda que estas dotaciones se han hecho para el peor de los escenarios y a priori, servirán para hacer frente a las nuevas reclamaciones que se puedan producir tras la nueva decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Las cláusulas suelo en los préstamos hipotecarios fueron declaradas nulas y abusivas por el Tribunal Supremo, que limitó las reclamaciones a mayo de 2013, cuando se conoció la sentencia.
Ahora Europa elimina esta restricción temporal. Sin embargo, fuentes del sector indican que el impacto será mínimo porque el grueso de los clientes que pueden reclamar ya han obtenido su reembolso y además, la sentencia se basa en una reclamación a Unicaja muy específica porque se trata de un procedimiento donde las vías de recurso no se habían agotado y durante el transcurso del cual se produjo la decisión del TJUE de 2016.
De más a menos, Caixabank, que ha heredado los litigios de Bankia, es quien más dinero guarda para estas reclamaciones, según sus últimas cuentas 625 millones de euros. El banco que preside José Ignacio Goirigolzarri explica que en 2021 no hubo desembolsos significativos vinculados a este procedimiento y aseguran que el riesgo derivado por los desembolsos que pudieran producirse por esta litigación “está razonablemente cubierto mediante las correspondientes provisiones”.
Unicaja, que ha absorbido a Liberbank, ha constituido unas provisiones de 161 millones de euros que también estiman suficientes para cubrir las eventuales minusvalías en los activos y hacer frente a los desenlaces de los riesgos y contingencias que pudieran afectar al banco por las reclamaciones de dichas cláusulas.
Banc Sabadell ha elevado estas dotaciones en los últimos años, desde los 77 millones de 2019, pasando por los 85 millones de 2020 y hasta los e 114 millones a cierre del año pasado. Desde la entidad explican que solo se necesitarán para “un escenario muy adverso que no se considera probable” de potenciales reclamaciones adicionales, tanto a través de los procedimientos establecidos por la entidad de acuerdo con lo requerido en el Real Decreto-ley 1/2017, de 20 de enero, como por vía judicial.
Kutxabank, Ibercaja, Cajamar y Abanca provisionan más de 35 millones de euros
El Banco Santander reconoce que está expuesto “a un número importante de operaciones” con cláusulas suelo, aunque en su caso a consecuencia de la adquisición de Banco Popular, según explica en su informe anual. Dicho banco, que fue absorbido por la entidad cántabra en 2017, incluyó cláusulas suelo en determinadas operaciones y tras los diversos pronunciamientos del TJUE, el Tribunal Supremo de España y el Real Decreto-Ley 1/2017 (de 20 de enero) realizó provisiones para cubrir la potencial devolución del exceso de intereses cobrados a sus clientes entre la fecha de contratación de los correspondientes préstamos hipotecarios y mayo de 2013.
Unas provisiones que ahora se incluyen en las cuentas del Santander y que a cierre de 2021 ascendían a 46 millones de euros. Una cantidad muy reducida en comparación con el resto de bancos porque, “ya se han atendido la mayor parte de las solicitudes de clientes”, explican; Por su parte, BBVA cerró el ejercicio con un colchón de 553 millones de euros para contingencias legales, aunque no especifica cuantas de estas son para cláusulas suelo.
Kutxabank, Ibercaja, Cajamar y Abanca también han estado expuestos a cientos de reclamaciones por esta cláusula y actualmente acumulan provisiones de más de 35 millones de euros. En concreto, el banco vasco explica que tras las sentencias de 2013 y 2016, guardó 113 millones de euros para los posibles reembolsos y en 2017 incluso elevó estas dotaciones, pero a cierre del año pasado ya se habían reducido a 23,3 millones.
En el caso de que todas las demandas previstas supusieran un quebranto para el grupo, explican, el desembolso máximo estimado ascendería a unos 30 millones de euros; Ibercaja se anotó un cargo a cierre de 2021 de 6 millones básicamente para contingencias relacionadas con cláusulas suelo; Cajamar de 3,2 millones, una cantidad que consideran “suficiente” y Abanca ha provisionado otros 3 millones de euros. Bankinter siempre ha defendido que nunca aplicó esta cláusula en sus hipotecas y en consecuencia, se desliga de estas dotaciones.