La aspirina de Bayer, castigada por la crisis
El recorte en el gasto farmacéutico afecta al medicamento estrella de la multinacional alemana que reduce las ventas un 20%
En los tiempos que corren, hasta los dolores de cabeza se curan con medicamentos más baratos. Como consecuencia, la aspirina de Bayer no ha conseguido aguantar el tirón. El medicamento referencia del grupo alemán ha sufrido en primera persona la reducción del gasto farmacéutico en España con una caída de las ventas del 20% durante 2012.
La renovada sanidad española ha pasado factura a los bolsillos de los ciudadanos y eso se refleja en la compra de medicamentos. En los últimos cuatro años ha disminuido el gasto farmacéutico en un 35%. Y las previsiones que hacen los expertos para este año no apuntan a un futuro mejor. “Prevemos que a finales de 2013, el gasto esté en niveles de 2002”, asegura el portavoz de Farmaindustria, Julián Zabala.
Precios al alza
Aunque la situación económica en los últimos años sigue deprimida, los precios han sufrido la evolución inversa. La caja de 20 comprimidos de aspirina Bayer (500 miligramos) costaba 3,61 euros en 2009. Este año recién estrenado, el precio se sitúa en los 4,42 euros, lo que supone 80 céntimos más. Aunque esta diferencia no es exagerada, significa un 22% más que hace tres años.
La guerra de los genéricos
Pero no sólo la necesidad de reducción del gasto ha mermado el negocio de las farmacéuticas. Las últimas medidas que se han puesto en marcha y que obligan al boticario a dispensar genéricos ha bajado la cuota de mercado de las principales marcas. Como consecuencia, los laboratorios y las multinacionales han sacado una división de genéricos.
Bayer acaba de lanzar Adiro EPG (Especialidades Farmacéuticas Genéricas), el genérico de su medicamento indicado para la prevención de enfermedades cardiovasculares que le permite competir en un mercado que ahora beneficia a la marca blanca. Las nuevas normativas, no sólo perjudican a los medicamentos de marca, sino que, además, pone en riesgo las inversiones en I D I. Con la caída de las ventas de fármacos, las empresas han visto reducida su capacidad operativa y de actuación.
“Si caen los ingresos, cae la inversión. Por ello, ha habido despidos en la mayoría de compañías. Se ha dado marcha atrás en iniciativas de investigación y se ha limitado la apertura a nuevos mercados”, aseguran en Farmaindustria. Esta tendencia puede repercutir negativamente en el país si se tiene en cuenta que el sector farmacéutico es el que más invierte en investigación en España, con cerca de 1.000 millones anuales.