La Agencia Tributaria denuncia los pagos entre empresas de Gaspart en el concurso de Husa
La administración siempre tuvo una posición beligerante con la hotelera al ser uno de los principales acreedores. Ya votó contra la quita del 95% de la deuda en 2015
Hacienda y la Seguridad Social vuelven a enfrentarse a Joan Gaspart. La administración pública siempre se mantuvo beligerante durante el concurso de acreedores de la cadena hotelera Husa, que se saldó con una quita del 95% de los 200 millones que adeudaba, y en el proceso de liquidación no ha variado un ápice su postura: pide a la jueza que pilota el proceso que declare ilegales los pagos entre sociedades del grupo hechos durante los últimos años.
En pleno proceso de liquidación, la Agencia Tributaria envió una carta al juzgado mercantil número 3 de Barcelona para pedir a la magistrada que declarase «antijurídicas» las transacciones detectadas entre empresas afectadas por el procedimiento y otras controladas por el directivo que quedaron fuera del concurso.
La magistrada Berta Pellicer debe ahora decidir si Gaspart realizó alguna actuación ilícita el enviar recursos de las sociedades que tiene en concurso de acreedores a otras que no están incluidas en la liquidación. Antes deberá recibir las explicaciones del expresidente del FC Barcelona, que deberían llegar este mismo mes de octubre, según el calendario diseñado por la administración concursal.
Contactado por Economía Digital, el también exvicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) aseguró estar «muy tranquilo» y convencido de que la justicia no encontrará irregularidad alguna en su actuación. Declinó eso sí exponer los argumentos que expondrá en los juzgados para defenderse.
En juego está que se le declare culpable de la liquidación. Tanto él como su antiguo director financiero, Arturo Cardona, fueron absueltos en 2016 ya que el concurso de acreedores se declaró fortuito. No obstante, ahora se revisará si desde entonces los dirigentes se dedicaron a vaciar las compañías concursadas para que los acreedores no pudiesen cobrar sus deudas. «Si no se justifican correctamente las transacciones, ambos estarán en problemas», explican fuentes vinculadas al procedimiento.
Gaspart saca pecho de que el concurso ya fue declarado fortuito, aunque de nuevo omite precisar la motivación de las transacciones detectadas por la administración concursal, ejercida por Josep Pujolrás y Manuel Calavia. Como avanzó Vozpópuli, ambos alertaron de «operaciones realizadas entre empresas del grupo, básicamente con el objetivo de evitar embargos de las administraciones públicas».
Las beneficiarias de los recursos que debían ser para los acreedores fueron las sociedades Husa Fénix y HITG 2016 Explotaciones Hoteleras, dos firmas destinadas a la nueva aventura de Gaspart: gestionar hoteles en China.
La Agencia Tributaria siempre fue beligerante con Gaspart
La beligerancia de la Agencia Tributaria no es novedosa. Siempre estuvo contra la gestión de Gaspart y los avances de la primera fase del concurso de acreedores. De hecho, ya votó en contra de la propuesta de convenio –que implicaba una quita del 95% de la deuda– y pidió que se declarase culpable de la quiebra de Husa al dirigente. Sin embargo, el favor de la banca dejó sola a la administración pública.
Tanto la Seguridad Social como Hacienda eran los principales acreedores de la hotelera. El pasivo llegó a alcanzar los 90 millones de euros. Y nunca cobraron. Exactamente lo mismo sufrieron los proveedores de la empresa, pues Husa pidió la liquidación cuando debía empezar a saldar la deuda.
Mayor suerte corrieron los acreedores financieros. Entre ellos destacan Caixabank, Banco Santander, Banc Sabadell y Deutsche Bank. La banca sí aceptó la quita del 95%, pero a cambio se quedó con los inmuebles de la hotelera, que pudo vender para cobrar parte del agujero generado.