La Agencia Catalana del Agua quiere aplazar deuda para invertir
El director de la empresa pública reconoce que han iniciado conversaciones con la banca para ganar más tiempo para devolver 500 millones de euros
La Agencia Catalana del Agua (ACA) quiere poder invertir antes de 2018, el ejercicio que podría destinar parte de sus recursos a mejorar y mantener la red de abastecimiento con la situación actual de sus finanzas. El director de la empresa pública, Jordi Agustí, ha reconocido este martes que intentan librarse de parte de sus abultados gastos financieros para ganar oxígeno. Por ello, han sentado de nuevo a la banca acreedora.
Este grupo incluye Caixabank, Banc Sabadell, CatalunyaCaixa, Banesto, BBVA y Barclays. El pool de entidades que acordaron a finales de marzo de 2012 una refinanciación de 500 millones de euros. En ese momento, la deuda financiera del ACA alcanzaba los 937,3 millones de euros. “Las condiciones fueron buenas, teniendo en cuenta la situación de la compañía”, admite Agustí. Pero el plazo de amortización fue muy exigente: el vencimiento se prolongó de dos a cuatro años e incluía varios créditos sindicados, préstamos bilaterales y créditos puente.
Beneficios para amortizar deuda
El calendario es el que merma la capacidad de invertir de la compañía y alargar los plazos es el único objetivo de la nueva operación, asegura su director. Hay pendientes unas 1.000 actuaciones valoradas en 800 millones de euros, 600 millones para construir nuevos elementos para depurar el agua y otros 200 millones para rehabilitar los actuales.
Aunque se prolongue la amortización, invertir de forma inmediata no está en los planes del ACA. Agustí afirma que cualquier beneficio que se consiga en la empresa, ordinario o extraordinario, se destinará a pagar anticipadamente deuda bancaria para rebajar los gastos financieros a los que debe hacer frente cada mes.
El déficit actual de la compañía alcanza los 1.000 millones de euros, según su director. No ha facilitado los datos globales del cierre del ejercicio de la empresa pública.
Privatizar depuradoras
Para obtener beneficios extraordinarios, Agustí asegura que el plan de privatizar la red de depuradoras catalanas está “en fase de estudio”. No ofrece ningún calendario, el directivo se limita a señalar que el modelo actual, en el que los municipios controlan su concesión, no es sostenible. “Un servicio debe corresponde a una competencia”, sentencia.
Si se llegan a licitar las depuradoras, sería la primera ocasión en que la ACA destinara los recursos conseguidos por concesionar sus activos a amortizar su propia deuda. La polémica privatización de Aigües Ter Llobregat (ATLL), en manos de la justícia, cubrió deuda ordinaria de la Generalitat del ejercicio 2012.