KPMG comienza la auditoría paralela de Pescanova
La banca condiciona la obtención de un crédito extra a la presentación de las cuentas
Pescanova necesita liquidez con urgencia. Por eso, y para mantener las líneas de crédito, está aceptando, poco a poco, las condiciones que le ha impuesto la banca acreedora. La multinacional que preside Manuel Fernández de Sousa-Faro ya ha autorizado a los asesores designados por el pool bancario. La próxima semana, KPMG accederá a los números del grupo gallego para realizar un análisis paralelo al de BDO, la auditora habitual de Pescanova. Así, podrá iniciar la renegociación de la deuda.
El pasado martes, el steering committee formado por las entidades más expuestas a la deuda de Pescanova (Novagalicia, Banco Sabadell, Popular, Caixabank, Deutsche Bank y Bankia) se reunió con la nueva dirección financiera del grupo, liderada por José Manuel Gil González. Los bancos se comprometieron a mantener las líneas de crédito a la pesquera, tanto a su matriz como a las filiales, pero para eso, era necesario pagar un peaje ineludible. Pescanova debía aceptar el nombramiento de un asesor financiero (KPMG) y otro legal (Freshfields). Además, el grupo de Sousa-Faro se comprometió a tener sus cuentas formuladas definitivamente en un plazo de entre siete y 10 días.
“Tiene que empezar de inmediato”
Las cuentas todavía no han sido formuladas (un requerimiento que también exige la CNMV) pero Pescanova sí ha dado ya el visto bueno a las auditoras. “Por el momento, de las dos, la que tiene que ponerse a trabajar de inmediato es KPMG”, aseguran fuentes de la banca acreedora.
Por otro lado, diversos medios informaron este viernes de que Pescanova ha solicitado a las entidades acreedoras un crédito extra que ronda los 50 millones de euros, con el fin de garantizar pagos inmediatos. Según aseguran fuentes conocedoras de la negociación, la banca “aún no ha dado una respuesta oficial a esta petición”.
Crédito condicionado
“Hay disposición, pero todo depende de qué presente las cuentas. Puedes dar crédito pero hay que saber dónde lo metes, a tenor de todas las informaciones que están saliendo a la luz”, sentencian.
Mientras tanto, a última hora de ayer viernes, la cervecera Damm y el fondo Luxempart aún no habían recibido ninguna respuesta del presidente de Pescanova, después de haberle enviado un burofax en el que solicitan la convocatoria de un nuevo consejo extraordinario en el que se amplíe información a los principales accionistas sobre el estado de las cuentas. La empresa de Demetrio Carceller también exigía en esa comunicación, una vez más, la revocación de Fernández de Sousa como presidente.
En el caso de que dicho consejo no se convoque –debería reunirse, según los estatutos, para dar el visto bueno a las cuentas auditadas– la cervecera catalana ya ha advertido que tomará las medidas que considere “pertinentes” para forzar el cónclave.