Kevin Bubolz (Norwegian Cruise): “No nos han dado la oportunidad de ser parte de la solución”
En una entrevista con Economía Digital, el director general de la compañía explica que esperaba más diálogo y colaboración con los gobiernos
El director general en Europa de Norwegian Cruise Line, Kevin Bubolz, asegura que durante la pandemia, la industria de los cruceros “se ha visto aún más afectada” que otras empresas del sector turístico. En Estados Unidos, su mercado más grande, los hoteles y las aerolíneas han podido operar incluso en los peores momentos de esta crisis sanitaria, “mientras que los cruceros tenían estrictamente prohibido navegar”, comenta en una entrevista con Economía Digital
Actualmente, este país va recuperando la normalidad (ya hay un 50% de adolescentes y adultos inmunizados) de manera que estas empresas están a pleno rendimiento, pero no es el caso de su compañía, que fue el primer operador de cruceros en anunciar una suspensión temporal voluntaria de los viajes en todas sus marcas el 13 de marzo de 2020 y aun hoy, no han vuelto a la actividad.
En este sentido, señala que los gobiernos podrían haberse implicado más con su sector. “Hubiera esperado un diálogo y una colaboración más abierta con nuestra industria, brindándonos la oportunidad de ser parte de la solución”.
En 2020 solo operaron “con normalidad” hasta mitad de marzo, después no volvieron a navegar durante el resto del año. Este 2021, reanudarán las operaciones en Europa el 25 de julio con el Norwegian Jade. El primero de sus barcos en volver al mar saldrá desde El Pireo (Atenas) y realizará un recorrido de siete días por las islas griegas.
Le seguirán los cruceros en EEUU y en España, la actividad se retomará el 5 de septiembre con en el Norwegian Epic desde Barcelona, haciendo un recorrido por el Mediterráneo occidental. La compañía descarta volver a los niveles previos a la pandemia este ejercicio, pero destacan que están observando una aceleración en la demanda de reservas para 2022 y 2023.
El plan de acción de Norwegian Cruise
Tras el estallido de la crisis del Covid-19, la compañía se centró en abordar los importantes retos operativos a los que se enfrentaban y en la rápida ejecución de un plan de acción financiero que les ha permitido tener liquidez adicional y resistir durante estos 15 meses.
“La pandemia mundial ha tenido un impacto sin precedentes en nuestra empresa y en el sector”, destaca Bubolz. En el inicio de la pandemia, cuando todavía parecía que el coronavirus solo estaba en Asia, cancelaron o modificaron todos los viajes en el continente, pero una vez se supo que el virus se había extendido suspendieron todos los viajes.
“En dos semanas desembarcamos a todos los huéspedes en el primer puerto disponible”, explica. En los meses siguientes, pasaron todos los barcos a un estado de dotación reducida, lo que les permitió reducir rápidamente la tasa de consumo, manteniendo la flota lista para volver a entrar en servicio en un corto plazo.
Simultáneamente, pusieron en marcha un plan financiero centrado en cuatro puntos claves, reducir los gastos de explotación, de capital, mejorar el perfil de madurez de la deuda y conseguir capital adicional. También varias iniciativas para reducir los costes durante el periodo de suspensión de los viajes, e incluso acudieron a los mercados de capitales donde consiguieron “una histórica ampliación de capital”, añade.
Asimismo, la empresa apostó por una política de cancelación Peace of Mind que sigue en vigor para los pasajeros que navegan en cruceros con fechas de embarque hasta el 31 de octubre de este año, a quienes se les permite cancelar el viaje 15 días antes de la salida. Los que se acojan a la política reciben un bono para un futuro crucero, que podrá aplicarse a cualquier viaje hasta el 31 de diciembre de 2022.
En este sentido, el director general en Europa de Norwegian Cruise Line, recuerda la oleada de cancelaciones que tuvieron que gestionar el año pasado. “Nuestro equipo trabajó incansablemente para hacer los reembolsos de manera rápida y sin complicaciones”.
Los clientes tuvieron la opción de recibir un cupón para futuros cruceros o un reembolso del 100%. Y durante este tiempo, los trabajadores de la compañía se han centrado precisamente en planificar los cruceros para finales de 2021, además de los de 2022 y 2023. Y como resultado, ahora tienen buenas cifras de reserva para los próximos años, presume.
Otro de los retos de NCL durante estos meses ha sido encontrar la manera de reanudar las operaciones de forma segura. Una situación que les ha llevado a poner en marcha un nuevo programa de salud y seguridad, llamado Sail Safe, basado en tres pilares.
El primero es la seguridad para pasajeros y tripulación, con requisitos de vacunación. El segundo es la seguridad a bordo de los barcos, con filtración de aire, medidas sanitarias, mayores recursos médicos y distanciamiento social responsable. Y en tercer lugar, la seguridad en tierra firme, mediante la colaboración con los operadores turísticos asociados en tierra para garantizar que las medidas se extiendan a cada destino.
La empresa no ha decidido si será obligatorio estar vacunado a final de año para poder viajar
Así, para poder irse de crucero con Norwegian Cruise Line, todos los huéspedes deberán estar completamente vacunados (por lo menos hasta el 31 de octubre de 2021) y además se les hará un test antes de embarcar. La empresa no ha tomado aún la decisión de que pasará más allá de esa fecha, “dada la naturaleza siempre cambiante de la pandemia, el despliegue de la vacuna y la velocidad de los conocimientos científicos”, reconoce.
NCL no quiere pronunciarse sobre posibles fusiones y adquisiciones en el sector después de esta gran tormenta, por ahora, quieren concentrarse en volver a poner en funcionamiento sus 17 barcos y hacerlo de forma segura. “El tiempo dirá cuándo nos habremos recuperado por completo, pero estamos muy seguros de que llegará”, concluye.