Bronca de accionistas a Abertis: “Me quitan la joya de la corona”
Salvador Alemany y los consejeros de Abertis se enfrentan a una junta llena de críticas por la venta inminente y las incertidumbres que rodean a las opas
Junta de accionistas movida la que han vivido Salvador Alemany, José Aljaro y el resto de consejeros de Abertis, en la primera que han celebrado en Madrid tras el cambio de sede social. Los pequeños accionistas que han tomado la palabra lo han hecho, en su gran mayoría, para afear que la compañía se venda, así como la poca información con la que han contado y cuentan ahora respecto al futuro.
El turno de preguntas tras los discursos de Alemany y Alfaro ya empezó con bronca, con un accionista quejándose a gritos de que no le dejaban tomar la palabra. Se la prometieron al final, aunque siguió interrumpiendo. Uno de los primeros accionistas que tomó la palabra habló de Abertis como su participación más querida y dijo tener el corazón partido por tener que vender sus acciones, pese a las plusvalías
“No quiero, pero seguramente venderé. Me quitan la joya de la corona, pero venderé”, dijo el apenado accionista. “Para nosotros, Abertis ha sido una magnífica inversión, y queremos que siga siéndolo”, dijo otro, y fue aplaudido efusivamente por el auditorio. Una accionista, algo más amable, dio las gracias por las ganancias, pero lamentó la venta: “La junta de hoy da muchas alegrías pero tiene mucho de adiós”.
“Está Atlantia, está ACS y después estamos nosotros, los convidados de piedra”, se quejó un accionista
Uno de los accionistas más duros, censuró la manera cómo se ha llevado la opa, sin información para los accionistas. De hecho, muchas de las preguntas giraron en torno a quién se quedará Abertis. “Aquí está Atlantia, aquí está ACS y después estamos nosotros, los accionistas, que somos los convidados de piedra”, dijo, y añadió: El futuro de Abertis “se ha negociado en Roma, en Milán, en Londres, en Alemania… y también en el palco del Bernabéu”.
Otros usaron expresiones como “capitalismo de amiguetes” y “operación de tinte mafioso”, por las negociaciones entre ACS y Atlantia, o “juego de sillas”, por la salida de Francisco Reynés a mitad de opas. La criticó por el hecho de dejar la compañía y por el bonus cobrado. “Esto suena a epitafio, espero no equivocarme”, dijo otra apenada propietaria de títulos de la concesionaria.
Tras el turno de preguntas de accionistas, Salvador Alemany admitió que había sido la más movida de las muchas juntas de Abertis que ha vivido y dijo que “la problemática que se presenta para responder todas las preguntas es de una complejidad extrema”. No satisfizo al público, puesto que la compañía cotizada no puede pronunciarse todavía sobre la guerra de opas. El presidente de Abertis sí reconoció compartir el “dolor” de los accionistas apenados por la previsible pérdida de la compañía.