Jenaro García, Ernesto Colman…¿quién será el próximo embaucador?
Los franquiciados estafados disparan las alarmas por la detención del dueño de Vitaldent. Otras franquicias como Foster's Hollywood, Yves Rocher, DIA y Opencel han sido denunciadas por estafa
El fundador de Gowex, Jenaro García, fue presentado por el Ayuntamiento de Madrid como uno de los emprendedores españoles modélicos que había logrado exportar wifi a las principales ciudades del mundo. Pocas semanas después de que la alcaldesa Ana Botella lo presentara como ejemplo a seguir, fue acusado de estafa.
Ernesto Colman, dueño de Vitaldent, fue bautizado por la revista Time como el «McDensit», es decir, como el empresario que había creado una franquicia de éxito como Mc Donald’s pero basado en tratamientos odontológicos low cost.
Este martes ha sido acusado de dirigir una organización criminal que utilizaba los cánones pagados por las franquicias Vitaldent para sufragar su compra de aviones y sus cuentas bancarias en el exterior.
Colman fue denunciado por los franquiciados a los que exigía el pago de dinero en negro. Era una práctica fraudulenta y reiterada que terminó con la caída de una exitosa marca. Pero tal vez no es la última.
Indicios de estafa
Los franquiciados que han denunciado ser embaucados por sus cadenas han cursado querellas contra sus marcas, entre las que se incluyen empresas del Ibex 35 como DIA.
Algunos tienen avanzados los procesos judiciales contra la marca. Un ex franquiciado de Foster’s Hollywood ha denunciado a Grupo Zena, que también cuenta con franquicias de Burger King, por haber utilizado los fondos de márketing de las franquicias en otros fines muy diferentes a los estipulados por el contrato. La investigación judicial está avanzada.
Otra de las franquicias que ha recibido denuncias grupales a sido Yves Rocher. Dos ex altos cargos de la compañía han reconocido haber falseado las cuentas de la compañía con el propósito ganar franquiciados.
Una vez dentro, los encargados de las tiendas son víctimas de estafa cuando sus inventarios son manipulados por la marca para obligarles a comprar más producto, según han explicado algunos afectados ante los juzgados.
El caso de Opencel
La franquicia Opencel, de depilaciones, blanqueamientos dentales y tratamientos de belleza low cost, asegura contar con 400 establecimientos en España, pero algunos de ellos se han rebelado contra su dueño, el empresario Alejandro Ruiz Barea.
Buena parte de los emprendedores que regentan las tiendas están convencidos de que la compañía sólo busca enriquecerse a costa de los franquiciados sin importar cómo va el negocio.
«Nos pusieron unas máquinas de depilación chinas que no están homologadas por la Unión Europea y que le ocasionaron un calambre a una clienta», explica una franquiciada de Andalucía. «Una vez se derritió el asa de la máquina a la dependienta. No cumplía con la mínima norma de seguridad laboral», añade.
La vía judicial y las investigaciones se han abierto para casi todos los franquiciados que se han querellado contra sus marcas. Cualquiera de ellas puede ser la próxima Vitaldent.