Así puedes detectar a un jefe tóxico antes de aceptar un trabajo
En una entrevista laboral ya se puede detectar si un jefe es una personalidad tóxica si se tienen en cuenta estas señales y comportamientos
Imaginemos la situación: de un lado de la mesa, el directivo de una empresa con un currículum en la mano. Del otro, el aspirante a un puesto de trabajo. El primero habla, explica las bondades de su compañía, la mecánica de trabajo, los objetivos, etcétera. Pero hay una serie de señales, leves o no, que despiertan un sentido de alerta: esa persona tiene todas las característica de un jefe tóxico.
La necesidad de contar con un empleo lleva a muchos trabajadores a aceptar un puesto aun sabiendo que las condiciones salariales, de horarios o de movilidad no son buenas.
Pero tener que relacionarse día a día con un jefe tóxico puede tener malas consecuencias no solo para el desempeño laboral, sino también para la salud mental e incluso física del empleado.
Estas son las señales para detectar un jefe tóxico en una entrevista, claves para saber qué hacer antes de firmar un contrato de trabajo.
Aceptar el trabajo por la fuerza
Si en la entrevista desliza frases como “aquí no hay horarios” o “mucha gente mataría por tener la oportunidad de estar en tu lugar” está evidenciando dos cosas: por un lado el abuso laboral al exigir a sus empleados trabajar más horas de las que corresponden (además de ser una ilegalidad).
Por el otro, revela que en el trabajo las condiciones son duras y no hay derecho a quejarse o plantear siquiera una negociación.
No responder preguntas clave
Si en la entrevista se niega a revelar información vital para decidirse un puesto, ¿qué se puede esperar mientras se trabaja?
Si en una entrevista el directivo hace bromas sexistas, homófobas o racistas evidencia que se está frente a una personalidad tóxica
Datos sobre las funciones, horarios, salario y objetivos a cumplir son vitales para que el aspirante sepa si ese trabajo le interesa o no.
Comentarios machistas o sexistas
Aunque sea sutilmente o como si fueran bromas livianas, los comentarios sexistas, xenófobos, machistas o similares revelan la personalidad tóxica; donde hay un velado desprecio o desdén por la diversidad y las minorías.
También es válido si hace comentarios fuera de lugar, aunque sea en tono divertido, sobre otros empleados de la empresa.
Creador de aduladores
Muchos jefes tóxicos suelen ganarse la confianza de empleados a base de comportamientos supuestamente amigables, pero lo que en el fondo buscan es generar división y tener una camarilla de aduladores, que lo alaben sin tener en cuenta su desempeño profesional.
Eso es evidente cuando en una entrevista destaca cualidades de algunos trabajadores que no tienen nada que ver con sus aptitudes, así como critica a otros que no le siguen la corriente.
Pautas egocéntricas
Se supone que un aspirante concurre a una entrevista de trabajo para que empresa y trabajador se conozcan.
Pero cuando el reclutador se la pasa hablando todo el tiempo, no ya de la compañía, sino de sí mismo, sus logros y proezas profesionales, es evidente que se está ante una persona narcisista y con una nula empatía.
Esta clase de personas suele infravalorar los aportes y progresos de sus empleados, y se atribuyen todo el éxito a sí mismos.
Con todas estas señales el aspirante puede saber a lo que se enfrenta. Claro que la necesidad de contar con un trabajo hace que muchas resistencias sean dejadas de lado, pero también hay líneas rojas que es mejor no cruzar.