Isolux se encamina hacia su liquidación
Isolux no consigue el dinero para su rescate y solicitará el concurso de acreedores
Isolux presentará este martes el concurso voluntario de acreedores después de que el socio interesado en salvar parte del negocio no lograra la financiación necesaria para su rescate, por lo que seguramente el conjunto de la compañía se verá abocado a un proceso de liquidación ordenado.
Para facilitar el proceso y salvo que se logre in extremis una solución alternativa, el actual consejo de administración de la compañía dimitirá en bloque y será sustituido por tres administradores elegidos por los actuales accionistas y principales acreedores de Isolux.
Así, los nuevos responsables de la firma serán David Pastor y David Vilella, expertos en concursos de acreedores, y Enrique Medina, especialista en reestructuraciones empresariales, según los sindicatos, que prevén nuevos recortes de empleo de cara a septiembre.
En abril, acuciados por la falta de liquidez, el grupo y seis de sus sociedades se acogieron al preconcurso con una deuda financiera no homologada judicialmente de 1.000 millones de euros, una deuda a proveedores de unos 500 millones y más de 3.800 trabajadores, unos 1.300 de ellos en España. Estas sociedades son Corsán-Corviam Construcción, GIC Concesiones, Isolux Corsán Inmobiliaria, Isolux Corsán Servicios, Isolux Energy Investments e Isolux Ingeniería.
Desde entonces, disponían de un plazo de tres meses (que vence el próximo martes), prorrogable a cuatro, para buscar una salida que evitara su entrada en concurso de acreedores (lo que antes se conocía como quiebra).
En búsqueda de un plan de viabilidad
En paralelo, Isolux encargó a la consultora especializada en reestructuraciones Álvarez & Marsal la elaboración de un plan de viabilidad. Este contemplaba su división en tres compañías: la primera de ellas, denominada Goodco, aglutinaría los proyectos rentables, 204 de los más de 380 que tenía en marcha, y para sobrevivir necesitaría la entrada de un inversor que aportara liquidez.
En las últimas semanas, Isolux ha mantenido negociaciones con un inversor nacional de perfil industrial y financiero que tenía que aportar unos 180 millones, además de asumir deuda y avales, y que entraría, probablemente, a través de una ampliación de capital.
La solicitud del concurso la aprobará el martes el consejo, que luego someterá la decisión a la Junta General de Accionistas prevista para ese mismo día y convocada, entre otras cuestiones, para votar modificaciones estatutarias para que el nuevo dueño pudiera ejercer el mando en la compañía.
La banca toma el control de la constructora
En julio de 2016, Isolux acordó con sus acreedores un plan para su reestructuración por valor de más de 2.000 millones, de los que 1.400 correspondían a deuda irrecuperable y convertible en acciones.
En diciembre, los propietarios de bonos (que suman el 41,8 %) y la banca se convirtieron en los principales accionistas de Isolux, encabezados por Caixabank (10,6 %), Santander y Bankia.
En medio de las negociaciones para una nueva inyección de liquidez, Santander (9,5 %) vendió la deuda y las acciones que mantenía en Isolux a Goldman Sachs.