«Intervida no ha parado de trabajar mientras ha estado intervenida»
La ONG nombra nuevo director a José María Faura y encara una nueva etapa
Intervida empieza una nueva etapa después de cinco años de administración judicial. La ONG, que llegó a ser la tercera de España por número de asociados justo por detrás de Cruz Roja y Cáritas, ha nombrado nuevo director a José Maria Faura, hasta la fecha director del Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE), organismo del departamento de Justícia de la Generalitat.
El gran objetivo que se ha fijado es recuperar la imagen de la organización, maltrecha por una investigación judicial por presunta malversación de fondos que finamente ha quedado en nada. Trabajará en cumplirlo a la par que reforzar su labor de ayuda a la infancia en países subdesarrollados.
Pérdida de 175.000 socios
El proceso judicial ha sido un mazazo para la organización. Ha pasado de tener 300.000 padrinos y un presupuesto de 90 millones de euros anuales a los 125.000 socios y 30 millones actuales. «Desde la organización poco a poco notamos que la gente vuelve a estar con nosotros. Intervida hace una labor excelente para cerca de 700.000 niños», afirma Faura en entrevista con Economía Digital.
El directivo dice que el compromiso de la entidad es fuerte y recuerda que: “Ni se ha parado de trabajar durante los cinco años de intervención ni se ha parado ningún proyecto en marcha”.
Sin subvenciones
Pese a que el caso Intervida y la crisis económica han hecho mella en el presupuesto, la organización sigue sin trabajar con subvenciones. “Tenemos que ser más imaginativos pero nos evita estar pendientes de las administraciones públicas e ir detrás de ellas”, afirma.
Intervida se mantiene fiel a sus principios aunque también ha sufrido cambios en su estructura. En su momento, la organización fue revolucionaria al trabajar con sus propias filiales en los países donde actuaba en vez de colaborar con entidades locales, como generalmente hacen muchas ONG. Así, Intervida desarrollaba un entramado de sociedades propio en el país donde llevaba a cabo el proyecto.
De esta forma, esperaba evitar cualquier tipo de irregularidad –aunque ese mecanismo fue el que levantó sospechas–. «A partir de ahora vamos a trabajar combinando los dos modelos. No existía nada malo en cómo lo hacíamos pero hay proyectos que funcionan mejor de una forma u otra», dice Faura.
Fin del proceso
El caso Intervida ha sido archivado por el titular del juzgado número cinco de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz. El magistrado, que sustituyó a Baltasar Garzón en la instrucción, indicó en su auto que el amplio entramado de sociedades de la organización siempre actuó con un fin social. De hecho, durante el proceso, el dinero siempre estuvo localizado y sólo se dudaba en qué se empleaba.
La investigación del caso se inició tras el despido de un directivo acusado de robar fondos de la entidad –el proceso aún se encuentra abierto–. Este hecho, centró la atención de la Justicia, que derivóó con una querella de Fiscalía que indicaba que la organización destinaba los recursos a actividades que poco tenían que ver con la ayuda al desarrollo. Durante el proceso, se inhabilitó al equipo directivo así como a los fundadores de la organización, Eduardo Castellón y Rafael Puertas, y se nombró a administradores judiciales de las sociedades.