Infinit Fitness: la franquicia de gimnasios que no necesita empleados
Inspirada en experiencias de Estados Unidos, la nueva marca ofrece locales con entradas automatizadas y control a distancia
Cuando Marcos Baroja buscaba oportunidades de negocio para su recién creada sociedad de inversión, Royal Oaks Capital Partners, hizo un estudio de mercado que le arrojó un resultado sin equívocos: los gimnasios contaban con un potencial de crecimiento superior al resto de negocios.
Una investigación propa concluyó que había amplias zonas de Madrid sin ninguna oferta de gimnasios mientras que en otras había sobreexplotación y locales sobredimensionados. «Hubo el boom de los gimnasios y sucedió como en la construcción. Se construyeron enormes locales en barrios donde no había suficiente población. Se creía que sobraban los clientes VIP. Hay pero no todos quieren gastar 100 euros al mes en un gimnasio», explica Baroja.
Inspiración americana
De formación economista, Baroja ganó el premio de joven emprendedor en 1997. Inspirado en las experiencias de cadenas en Estados Unidos, unió conceptos y creó un modelo de franquicia de gimnasios que no necesita plantilla fija. Con un sistema de control automatizado y videovigilancia constante, concibió Infinit Fitness, una cadena de gimnasios de proximidad con posibilidad de ofrecer costes muy bajos.
“No hace falta tener plantilla. Los servicios de limpieza y entrenador personal se pueden contratar a empresas externas. No hay recepción y cada usuario es autosuficiente. Es el equivalente al gimnasio de un edificio”, explica el propietario de la franquicia.
Procesos automatizados
En su local de la exclusiva urbanización en La Moraleja tiene contratada a una administrativa, pero asegura que los establecimientos más reducidos pueden ser gestionados por el mismo franquiciado, ya que casi todos los procesos están automatizados. Los vestuarios son pequeños porque la mayoría de clientes viven cerca y se cambian y duchan en casa. «Como propietario, con dedicarle tres horas al día, es suficiente», asegura.
El local ha sido el proyecto piloto para desarrollar el resto del negocio. En dos meses, contaba con 500 socios con tarifas que rondan los 30 euros. Al no depender de personal, la franquicia ahorra el 30% de los costes fijos. Baroja asegura que el concepto tiene buena acogida y hasta ahora ha abierto cuatro locales en Madrid, dos propios y dos franquicias.
10 locales en dos años
La inversión media del local se encuentra entre los 150.000 y os 250.000 euros. Actualmente está en negociaciones para comenzar a abrir en otras ciudades de España, pero el plan de expansión no está libre de escollos. «No es tanto la falta de financiación, sino la falta de garantías», detalla Baroja.
Los planes del negocio incluyen la apertura de 10 locales en España, para lo cual ha comenzado a buscar multifranquiciados con capacidad de abrir varios establecimientos a la vez.