Ikea subirá sus precios y recortará el inventario por la crisis de suministros
El gigante sueco admite que los beneficios se han derrumbado un 16% como consecuencia del encarecimiento del transporte y de las materias primas
Cada primavera, las temperaturas suben, los árboles florecen y los montones de artículos usados de Ikea se alinean en las calles y llenan los contenedores de las universidades. Los estudiantes que abandonan los dormitorios y las viviendas fuera del campus ya no necesitan los económicos productos de la empresa sueca o no tienen dónde guardarlos hasta que se reanuden las clases en otoño.
El resultado es que una gran cantidad de utensilios de cocina baratos de Ikea, muebles fáciles de montar y otros artículos para el hogar —muchos de ellos todavía en perfecto estado— se tiran. Las cosas podrían cambiar el año que viene.
La empresa matriz, Inter Ikea Group, asegura que el descenso del 16% en el beneficio antes de impuestos de su ejercicio fiscal 2021 se debió principalmente a los mayores costes de transporte y materias primas.
Estos gastos adicionales, junto con los problemas de la cadena de suministro, probablemente darán lugar a precios más altos y a un menor inventario durante el próximo año fiscal del minorista de muebles.
Los consumidores, dentro y fuera de los campus, podrían sentirse frustrados como resultado. Pero los cambios podrían ayudar a incentivar a más personas a conservar, revender, reparar o reutilizar los artículos de Ikea existentes, en lugar de simplemente reemplazarlos en las tiendas por unos nuevos y tirar los viejos.
Diseñado para las masas
Los diseños de moda de Ikea son populares desde hace décadas entre los estudiantes universitarios y los adultos de todo el mundo que no pierden de vista el bolsillo.
La empresa es el mayor minorista de muebles del mundo, con 422 tiendas en más de 50 países. La demanda se disparó durante la pandemia del COVID-19 cuando la gente pasó a trabajar y estudiar en casa.
Sin embargo, la reputación de Ikea de que sus productos son asequibles pero al mismo tiempo poco duraderos también ha empujado a muchos consumidores a considerar los artículos de la empresa como desechables y destinados a los vertederos.
En la década de 1950, Ikea popularizó los artículos embalados sin montar, en cajas planas, para reducir los costes de transporte.
Las ventas globales de la empresa son tan grandes que en 2012, Ikea estimó que utilizaba el 1% del suministro total de madera comercial del mundo. Ese volumen puede incluir fuentes poco éticas: un informe publicado a principios de este año afirmaba que la empresa vendía muebles de madera para niños fabricados con madera cortada y procesada ilegalmente en Rusia.
Muchos de los muebles más populares de la empresa tampoco sobreviven al desmontaje y a la reutilización prolongada debido al uso frecuente de tableros aglomerados. Este producto de ingeniería y prensado térmico está hecho de astillas de madera, serrín, virutas de papel y adhesivos. Esto hace que el material sea barato y ligero, pero también muy frágil y fácilmente absorbente.
Cómo diseñar para un uso prolongado
Puede que las guías de instrucciones sin palabras de Ikea sean universales, pero sus artículos también suelen resultar confusos de desmontar cuando llegan la hora de mudarse, revender o donar los productos que ya no se quieren.
Este año, la empresa ha publicado por fin guías de instrucciones sobre cómo desmontar seis de sus productos más populares, así como consejos para prolongar la vida útil de ciertos artículos. Estas medidas forman parte de las crecientes iniciativas de sostenibilidad de la empresa.
En el pasado, Ikea ha probado programas de alquiler, reparaciones, reciclaje y planes de recompra, para ayudar a reducir los residuos, aumentar su sostenibilidad y mejorar su impacto medioambiental.
A veces, las piezas de Ikea son rescatadas por personas que buscan en las aceras, en las escaleras y también en las redes sociales muebles y otros artículos desechados.
Durante demasiado tiempo, empresas como Ikea han sido criticadas por la facilidad con la que fabricaban, vendían y distribuían productos baratos. Los retrasos en la cadena de suministro provocados por la pandemia sacaron a la luz el complicado proceso que hay detrás de —por ejemplo— los archiconocidos flexos baratos de Ikea y lo que les ocurre a este tipo de tiendas cuando la demanda supera la oferta.
La pandemia también ha aumentado la concienciación sobre los inconvenientes del consumismo, algo sobre lo que los defensores de la sostenibilidad llevan décadas llamando la atención.
Noticia original: Business Insider
Autora: Karen K. Ho