Ikea fracasa en su afán inversor en Japón
La filial dedicada a los negocios inmobiliarios en el país nipón ha cerrado tras dos años de inactividad
Ikea tiene muchos éxitos en su haber, pero también algún que otro fracaso. El grupo sueco ha tropezado en algunos de los caminos que ha emprendido, sobre todo en aquellos negocios que poco o nada tienen que ver con los muebles y el menaje del hogar. Un claro ejemplo de ello es su intento inversor en el sector inmobiliario en Japón.
La firma en España contaba, hasta hace poco, con una filial inactiva ya durante los últimos dos años. Esta sociedad ha tenido que cerrar definitivamente porque, lejos de repercutir positivamente, no ha generado ningún tipo de beneficio ni para Ikea Ibérica ni para el grupo.
Así lo demuestra el Registro Mercantil de Madrid y han confirmado fuentes próximas a la cadena que fundó Ingvar Kamprad. “Cierre de la sucursal de la sociedad en Japón con efectos el 30 de agosto de 2013”, reza una breve nota publicada en el boletín oficial.
A la espera de un ‘boom’ inmobiliario
Según ha podido saber esta publicación, Ikea en España creó esta empresa porque consideraba que el sector inmobiliario en el país nipón iba a sufrir un cambio de tendencia, una especie de boom como el que experimentó el mercado español, para dejar atrás la última década de descensos.
Ikea quería aprovechar este posible filón y se lanzó de lleno a ello, aprovechando la solidez financiera de la compañía en España. Era una forma de abrirse camino en un país con grandes perspectivas de crecimiento como Japón.
Sin cambios a la vista
Este año, finalmente, la compañía ha cesado por completo su actividad. “El mercado inmobiliario japonés no remontó como se esperaba”, aseguran fuentes conocedoras del caso. Para evitar males mayores, ante una posible fluctuación de los valores inmobiliarios o la oscilación en el tipo de cambio euro/yen, Ikea ha decidido poner punto y final al negocio.
Para más inri, los activos de la firma nipona –que contó en su día con cinco tiendas y un centro de distribución– pesaban ya demasiado en el balance de Ikea Ibérica.
En el último ejercicio fiscal, las ventas en España se han recortado debido a que la crisis económica afecta directamente al consumo de las familias. Pese a todo, la multinacional sueca anotaba unos ingresos de 1.425 millones de euros, sólo en el mercado español. Las ganancias a nivel global superan ya los 3.000 millones, con una facturación de 27.000 millones de euros.