IFM quiere a Reynés y Fainé en Naturgy para dar estabilidad al proyecto
El fondo australiano confía en la dirección de la energética pese a que no conoce el plan estratégico que prepara su presidente
El anuncio de que el fondo de inversión australiano IFM Global Infrastructure quiere comprar el 22,69% de Naturgy causó gran sorpresa este martes. Ante tal revuelo, fuentes cercanas al mismo quisieron rebajar las expectativas y aclarar que no quiere entrar como un elefante en una cacharrería ni hacer la revolución.
IFM no tiene voluntad de control ni gestión, aclararon a Economía Digital las citadas fuentes. Su intención pasa por una inversión a largo plazo en Naturgy, sin fecha de salida, confiando en la continuidad de su proyecto. Y eso que no conoce el camino que Francisco Reynés trazará en menos de un mes cuando presente el nuevo plan estratégico de la energética.
“Aunque quisiera, con el 22% no puede controlarla”, argumentaron las mismas fuentes. El fondo quiere entrar en la energética para ser un accionista más de referencia, junto con GIP y Rioja Acquisition (CVC y los March) y, esperan, también Criteria. El futuro del holding de la Fundación Bancaria La Caixa está en el aire pero, aseguran, no solo no molesta a IFM sino que estarían “encantados” de compartir consejo de administración.
En el fondo australiano creen que el grupo que preside Isidro Fainé es “el mejor de los socios” que puede tener, sea con el 24,79% que tiene actualmente o con una menor participación si decide aprovechar la opa para hacer caja y vender parte de sus acciones. Aseguran que La Caixa “tiene la misma filosofía” que IFM de dar estabilidad a los proyectos en los que participa.
En esta línea continuista, el fondo confía ciegamente en el equipo gestor de la compañía, que cuenta con el claro y firme liderazgo de Francisco Reynés. El directivo mallorquín cuenta con una gran aceptación por parte de los fondos de inversión –que se lo pregunten a los que se hicieron de oro con la venta de Abertis– por su obsesión por la rentabilidad y la maximización del dividendo.
Ese sello personal gusta a IFM, pero también el rumbo que ha dado a la compañía hacia las renovables y los proyectos de economía circular. De hecho, el nuevo plan estratégico tendrá mucho de este rumbo y se prevé que la mayoría de las inversiones previstas vayan en esa línea.
Pero no empezarán con el plan estratégico. Por ejemplo, Naturgy ha solicitado 13.000 millones de euros de los fondos europeos para desarrollar 100 proyectos de transición energética y acude a todas las subastas de renovables del Gobierno, la última este martes.
El fondo IFM se está especializando en inversiones sostenibles y tiene el objetivo de que sus inversiones sean neutras en carbono en 2050. Para ello confían en compañías como Naturgy, si bien la participación, de lograrla, no tiene fecha de caducidad pero tampoco puede asegurarse que se mantenga durante casi tres décadas.
El futuro de La Caixa en Naturgy, en el aire
IFM anunció la opa este martes y GIP y Rioja ya anunciaron que no acudirán a ella, pero Criteria guardó silencio. Ambas partes han hablado pero Fainé prefirió no pronunciarse y esperar para tomar una decisión con calma y analizar tanto las intenciones del fondo como las consecuencias económicas de vender o de quedarse.
Acudir a la opa tiene sus pros y sus contras. La Caixa conseguiría 5.000 millones de golpe, equivalentes a 15 años de dividendos de Naturgy y casi 10 de obra social. Pero perdería a la primera fuente de ingresos por dividendos: en 2019, último ejercicio cerrado, Criteria logró 321 millones de la energética, casi la mitad de lo que cobró por sus participaciones.
Tiene tiempo para pensarlo. IFM tiene un mes para presentar el folleto de la opa a la CNMV, aunque no apurará el plazo y espera hacerlo antes del 10 de febrero. También tendrá que informar al Gobierno, vía Ministerio de Industria, que tiene seis meses para llevar al Consejo de Ministros la operación, pues por el decreto anti-opas, tiene que darle el visto bueno.
Podemos promete batalla en el Consejo de Ministros
Al tratarse der una empresa estratégica, el caso es especialmente delicado. Y por si eso no fuera poco, Podemos está dispuesto a dar batalla en el Consejo de Ministros pese a que no le toque, pues todos los ministerios implicados –Economía, Industria y Transición Ecológica– son socialistas.
Fuentes del partido que lidera Pablo Iglesias aseguraron a Economía Digital que “los sectores estratégicos tienen que estar al servicio del interés general” y que la opa sobre Naturgy “no ayuda” a ello.
La formación morada sigue defendiendo la nacionalización de alguna eléctrica, algo que provoca urticaria a los ministros socialistas, especialmente a la vicepresidenta económica, Nadia Claviño, que es la que da la cara en Bruselas por las medidas económicas del Ejecutivo español.