El mercado laboral sufre hoy en día una gran transformación motivada por las nuevas tecnologías. La digitalización ha generado nuevas maneras de trabajar en absolutamente todos los sectores, afectando de una manera importante a los más competitivos, entre ellos, el sector financiero.
Dentro de esta etapa de cambio, probablemente lo más significativo no sean los cambios en sí, puesto que los ha habido siempre, sino la velocidad en la que estos se extienden hasta convertirse en imprescindibles. “En IEB el claustro está formado por profesionales que viven su día a día en el mundo empresarial y conocen bien la situación actual, por lo que transmiten los conocimientos y también las habilidades más exigidas por parte de las compañías. Desde la formación en habilidades digitales o de comunicación y trabajo en equipo, hasta el uso real de nuevas tecnologías y herramientas como Bloomberg, hacen que la formación en IEB sea lo más parecida a lo que se van a encontrar nuestros alumnos en su vida laboral”, así lo afirma Joaquín Danvila, Jefe de Desarrollo Digital de IEB.
Los niveles de calidad formativa se miden muy principalmente por los resultados, en la mayoría de los casos por el desarrollo profesional de los alumnos que se forman en una escuela de negocios o universidad. “El elevado grado de satisfacción de los alumnos con la formación recibida en IEB y sus carreras profesionales, nos anima siempre a invitar a los futuros alumnos a contactar, conocer e incluso consultar información de actuales y antiguos alumnos, así como tener conversaciones con los profesionales del claustro de IEB, para orientarles en sus decisiones formativas”, comenta Ignacio Muñoz, Jefe de Admisiones de IEB.
IEB, líder en formación financiera
Los ranking de los medios de comunicación más relevantes, generalistas o sectoriales han aprovechado estos cambios para introducir en sus requisitos, elementos como el grado de inserción laboral, la formación en entornos internacionales, el uso de herramientas prácticas, los medios digitales, la calidad profesional del claustro…y un largo etcétera que ha generado del mismo modo la apertura de categorías dentro de los propios ranking, dada la necesidad de especialización que requiere el mundo profesional.
Así, los rankings de escuelas de Negocios y Másteres comienzan a distinguir programas por áreas e incluso por modalidad. Dentro de esta adaptación, medios generalistas como El Mundo y El Economista, o más especializados como Rankia, llevan años otorgando las primeras posiciones a Másteres profesionales de IEB como el de Bolsa y Mercados Financieros, el de Auditoría Financiera y Riesgos, el Máster in International Finance, el de Corporate Finance y Banca de Inversión e incluso el MBA con especialización en Finanzas en ambas modalidades, presencial y online. Como puede observarse, todos ellos con distinta especialización, pero en este caso, dentro del área financiera.
En esta línea, centros educativos como el IEB, adaptan su formación a las nuevas exigencias del mercado; “los profesores de IEB son profesionales expertos en su sector, que hacen a los alumnos enfrentarse a casos reales y actuales de sus empresas, afrontando retos y trabajando incluso con los equipos de trabajo de las propias compañías, experiencia que ganan en las aulas para luego poder tener más oportunidades en el mundo profesional”, así lo afirma Juan de Lara, Jefe de Orientación Profesional de IEB, posición que ocupa después de años trabajando en empresas como Telefónica, Renta4 o Bankinter, entre otras.
No sólo el claustro es un contacto útil con profesionales, “también los estudiantes pueden acceder a una red de alumnos y alumni de primer nivel cuando se nos identifica y se sabe que la calidad formativa y la exigencia de acceso y trabajo en las aulas es alta”, tal y como menciona Gonzalo Navas-Migueloa, Responsable de Alumni de IEB, que con una red de más de 100.000 inscritos desde sus inicios en 1989, ha generado una comunidad de profesionales de gran nivel en absolutamente todos los sectores, muy especialmente en el financiero.
Muchos son los profesionales que sirven de ejemplo, referencia y fuente de conocimiento y experiencia en las aulas de IEB. Es el caso entre otros muchos, de Idoia Maguregui, actual Consejera de Inversis Banco, que después de una dilatada experiencia en el sector financiero en entidades como Sareb o Bankinter entre otras, actualmente compagina su vida profesional con su pertenencia al claustro de IEB. “Cuando los alumnos se enfrentan a un caso real que tienen que resolver, avanzan en conocimientos y, a la vez, en capacidad de resolver problemas, pero sobre todo se dan cuenta de lo que son capaces de hacer y de lo que tienen que aprender. Esta consciencia es vital para sus primeros pasos profesionales”.
Los profesionales de las empresas más innovadoras y actuales dentro del mundo financiero y tecnológico coinciden en la importancia de la formación práctica, como Javier Irigaray, profesor de IEB y Head of Digital Banking (Europe) de Telefónica que afirma que “el mundo laboral es práctico, no teórico. Es por ello que la formación universitaria debe dar a los alumnos las herramientas adecuadas para que puedan desenvolverse laboralmente, y esto pasa por entrenar a los alumnos a resolver situaciones reales para facilitar su incorporación al mundo profesional con mayores posibilidades”.
En resumen, formación práctica, experiencia y aportación digital e internacional y desarrollo profesional de los alumnos, han pasado a formar parte de los elementos diferenciales de los distintos centros formativos y, por tanto, criterios principales a la hora de decidir dónde realizar unos estudios.