El ‘Ibex energético’ salva la subida de tipos en pleno boom inversor
Una estructura de deuda con financiación a tipo fijo y largo plazo será la clave para afrontar la subida de tipos del BCE
La subida de tipos de interés anunciada por el Banco Central Europeo (BCE) para los próximos meses, y que ya en julio se situará en el 0,25%, ha pillado con los deberes hechos a las grandes energéticas del Ibex 35. Con grandes volúmenes de deuda a tipo fijo y en plazos de vencimiento a largo plazo, así como nuevos productos vinculados a la sostenibilidad, hacen que Iberdrola, Repsol, Endesa, Naturgy y Enagás afronten con solidez unos meses que serán muy exigentes a nivel inversor, pero con el dinero más caro.
Y es que las principales compañías energéticas españolas están inmersas en un cambio de concepto de negocio donde la carrera ‘verde’ no se puede detener. Y para eso hace falta dinero. Mucho. La última que se ha tenido que pronunciar sobre el asunto ha sido Iberdrola en su Junta General de Accionistas. El presidente de la energética, Ignacio Sánchez Galán, ha salido al paso asegurando que el 80% de su deuda está a tipo fijo con plazos medios de vencimiento de seis años.
Cabe recordar que la deuda de Iberdrola, supera los 40.000 M€, se verá impactada por el esfuerzo inversor de la compañía, que sobre todo en Estados Unidos hará un importante despliegue durante los próximos años. Pero Sánchez Galán ha sido muy tajante sobre el impacto que tendrá la subida de tipos para la compañía. Sostiene que, además de esa estructura de deuda que les permite sortear un precio del dinero más caro, el negocio eléctrico seguirá generando caja debido a su necesidad social.
Y no es la única compañía eléctrica que puede afrontar con optimismo todos los movimientos que ejecute el BCE. La deuda de Endesa que -sobrepasa los 10.000 M€- está denominada en un 98% en euros, con una vida media hasta el vencimiento de cuatro años y una proporción relativamente baja de préstamos a tipo fijo (40%) en el primer trimestre.
Sin embargo, el porcentaje relativamente elevado de financiación sostenible (60%) de la compañía contribuye a mantener uno de los costes medios de la deuda más bajos entre sus homólogos europeos, con un 1% en el primer trimestre.
Deberes hechos para seguir invirtiendo
Las principales energéticas españolas asumieron hace un lustro que se enfrentaban a un ciclo inversor muy fuerte. Así que decidieron apostar por financiaciones a largo plazo que, además ahora, les evita sorpresas. Y prácticamente todas lo han hecho de la misma manera. Las que tienen negocios ligados a los combustibles fósiles, como el petróleo o el carbón, los planteamientos de deuda son similares.
Para Naturgy, en un entorno de aumento generalizado de los tipos de interés, contar con la mayor parte de sus pasivos (el 83%) referenciada a tipo fijo le ofrece un alto grado de protección frente a lo que pueda hacer el Banco Central Europeo en los próximos meses. La compañía que preside Francisco Reynés, con una deuda por encima de los 13.000 millones de euros, también gestiona plazos por encima de los cuatro años para el pago de las financiaciones.
La necesidad de capital será fundamental en la próxima década para la revolución ‘verde’
Por lo que respecta a Repsol, el ejercicio pasado ya actuaron en materia de financiación. En concreto, en 2021 se ha publicado una nueva estrategia integral de financiación sostenible para acompañar al proceso de transición energética que ofrece flexibilidad y transparencia en la emisión de instrumentos financieros.
En la compañía dirigida por Josu Jon Imaz también se han adoptado medidas para la protección del balance, que incluyen la emisión y recompra de bonos híbridos subordinados, que han permitido reducir la deuda neta y mantener el grado de inversión de Repsol. En línea con la política de prudencia financiera y del compromiso de mantenimiento de un alto grado de liquidez, los recursos líquidos mantenidos por el grupo al final del ejercicio (en forma de efectivo y líneas de crédito disponibles) cubren los vencimientos de deuda hasta el segundo trimestre del año 2029, sin necesidad de refinanciación.
Por último, el gestor del sistema gasista también tiene más del 80% de la deuda a tipo fijo. Así, el coste financiero de Enagás a 31 de diciembre de 2021 se situó en 1,7%. La compañía presenta una sólida situación de liquidez, que a cierre del cuarto trimestre de 2021 ascendía a 3.300 millones de euros entre tesorería y líneas de crédito no dispuestas.