El Ibex espera otro candidato antes de decidir si apoya a Garamendi en CEOE

Con la excepción del apoyo tradicional de Santander, muchas grandes cotizadas españolas ven con recelo la renovación por aclamación de Garamendi como presidente de CEOE

La vicepresidenta primera y Ministra de Economía, Nadia Calviño, se reúne este martes con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. EFE/David Fernández

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La reelección de Antonio Garamendi como presidente de CEOE encara su momento decisivo con una intensa batalla soterrada. Es palmario el fuerte descontento que existe entre varios sectores de la patronal española con la gestión de Garamendi tanto internamente como en su interlocución con el Gobierno en asuntos clave económicos y laborales. Los grandes movimientos, los decisivos, se están sucediendo entre patronales territoriales y sectoriales, pero hay otra batalla, simbólica pero crucial, que el dirigente vasco tampoco está ganando: el apoyo explícito del Ibex.

La alternativa a Garamendi

En unos diez días se abre el plazo para presentar candidaturas a la presidencia de CEOE que eviten que Garamendi sea reelegido «por aclamación» en una cita posterior. Por ahora, se ha rumoreado con la posibilidad de que Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme, o Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, decidan presentarse. Estas entidades han sido críticas con ciertas actuaciones de Garamendi, así como la patronal catalana, Foment del Treball, que lidera Josep Sánchez-Llibre. Pero por ahora nadie ha dado un paso al frente.

Que un presidente de CEOE tenga afinidad con el poder en teoría es bueno, a menos que el poder lo gestionen PSOE y Podemos en una clara competencia electoral por ver quién estruja más y mejor a los empresarios

Entre las empresas del Ibex 35 también hay descontento sobre la gestión de Garamendi en temas clave como la negociación de la reforma laboral, la claudicación ante la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o la pasividad ante las subidas de impuestos a empresas energéticas y bancos, y no exigir al Gobierno más medidas de apoyo en el actual contexto de inflación y enfriamiento económico.

«A Garamendi le gusta demasiado estar cerca del poder», lamenta un alto ejecutivo de una empresa del Ibex. Que un presidente de CEOE tenga afinidad con el poder en teoría es bueno, a menos que el poder lo gestionen PSOE y Podemos en una clara competencia electoral por ver quién estruja más y mejor a los empresarios.

‘Neutralidad’ en el Ibex

Esta posición compartida por muchas cotizadas está frenando los apoyos ‘incondicionales’. Garamendi cuenta tradicionalmente con el apoyo de pesos pesados del Íbex, como Banco Santander e Iberdrola, pero el último año ha hecho que perdiera ‘fans’ en otras divisiones, en firmas bancarias o energéticas. La actitud predominante en corporaciones como Repsol, Naturgy, Caixabank, Endesa, Sabadell, Inditex o BBVA es la de mantener la «neutralidad» y evitar posicionarse hasta ver si existen otros candidatos.

«Estamos en un wait and see (esperar y ver, en inglés)», afirma el responsable de una cotizada, por si apareciese «un candidato con cara y ojos que se pudiera valorar», antes de decidir su apoyo firme a Antonio Garamendi. «Quedan todavía semanas y preferimos quedarnos en la distancia», prosiguen.

Antonio Garamendi, Pedro Sánchez, Gerardo Cuerva y Yolanda Díaz en la entrega de los VIII Premios Cepyme.

Otra de las fuentes con voto en la Junta de la CEOE es mucho más crítica con la actual dirección. «Existe un desencuentro general con Garamendi: las empresas hemos visto cómo había una claudicación con el Gobierno, y eso no nos ha gustado», afirman, para luego lamentar: «pero nadie da el paso».

Recelo con la elección «por aclamación»

Desde tiempos del primer presidente y fundador de CEOE, Carlos Ferrer Salat, y su sucesión en José María Cuevas, siempre se ha elegido al líder patronal en votación. Incluso en la época de Cuevas, donde se presentaba un único candidato, se ponía la urna para su elección. La primera vez que se rompió esta tradición fue hace cuatro años, cuando Garamendi sustituyó a Juan Rosell siendo elegido por «aclamación». La intención del dirigente vasco de repetir esta fórmula en la actual elección suscita también recelos entre las grandes empresas.

Es el caso de un directivo de una gran empresa española: «Nuestro candidato es Garamendi; en la actual situación, con un invierno muy duro por delante económicamente, no tiene sentido añadir incertidumbre«, afirma. Sin embargo, advierte que el modelo por aclamación, es decir, donde se proclama el nombramiento por falta de otro candidato automáticamente, «no es lo mejor». «No es por nosotros en sí, pero pertenecemos a organizaciones sectoriales y territoriales y, con sus sensibilidades, debemos favorecer que puedan votar», explica.

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