Iberdrola da por zanjadas las ventas y salva el negocio de redes
La energética española tiene una de las infraestructuras con mayor valor del sector, y eso es algo que quiere aprovechar
Iberdrola toma aire. La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán parece haber puesto fin a su intensa actividad de rotación de activos que, principalmente, buscaba liquidez para afrontar otro tipo de inversiones. Esta situación, a su vez, despeja las dudas que podían quedar sobre la venta de los activos de red en alguno de los mercados donde opera la energética.
Y es que, en la primavera de 2022, surgieron rumores sobre una potencial venta de las redes de la compañía o, al menos, la entrada de algún socio en este nicho de negocio. Dichas especulaciones fueron silenciadas por Iberdrola que, de forma bastante rotunda, aseguró que estas infraestructuras, tanto en España como en los otros mercados donde tiene actividad de distribución, se mantenían dentro del perímetro de la compañía.
No obstante, desde entonces, la compañía de Sánchez Galán ha mantenido una actividad corporativa de perfil elevado en ese plan de rotación de activos que, por ejemplo, ha supuesto la casi total salida del negocio del gas en México o, el último anuncio, la entrada de un socio en Brasil. Por lo tanto, y pese a los mensajes de Iberdrola, podría existir la posibilidad de movimiento en un negocio muy apetecible para los grandes fondos de inversión.
Pero, finalmente, ahora sí que queda descartada por completo esa opción. Sobre todo, porque tras el movimiento de Brasil la compañía ha asegurado que con esta operación se da por concluida la fase de rotación de activos.
Un negocio robusto
Bajo este escenario, Iberdrola no tiene mayor alternativa que seguir sacando partido a sus redes. Y así se demuestra en la vocación inversora que tiene hacia este negocio. Según las cuentas presentadas al mercado relativas al primer trimestre del año, este segmento tuvo una financiación cercana a los 1.000 M€, donde el mercado español registró la cifra de 151 M€.
Esta situación se vio reflejada, además, en la jornada con inversores que celebró la compañía a finales de 2022. La compañía aseguró que prevé destinar algo más de la mitad del importe total que tiene previsto invertir hasta 2025 a la ampliación de las redes en Estados Unidos, Reino Unido, Brasil y España.
Una premisa de inversión con la que la energética espera que el valor de sus redes eléctricas crezca hasta unos 56.000 millones de euros en 2025, un 44% más que en 2022.
Un impulso de Iberdrola a sus redes que llega en medio de llamamientos para que las infraestructuras desempeñen un papel clave en la transición hacia la energía limpia, como el realizado por la Comisión Europea, que aseguró que unas redes adecuadas son de vital importancia para incorporar las energías renovables a las redes eléctricas, y ampliar el acceso a ellas.
Iberdrola se ensancha
Además de las redes, Iberdrola sigue avanzando a paso firme en su Plan Estratégico 2023-2025 para liderar la transición energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. La compañía ha realizado unas inversiones de 10.400 millones de euros en el primer trimestre de 2023, lo que supone un 9% más que el mismo periodo del año anterior. El 91% de la inversión se ha destinado a renovables -4.600 millones de euros, de los que un 30% correspondió a eólica marina- y a redes inteligentes -4.800 millones- para acelerar la electrificación y fomentar la autonomía energética.
La cifra de inversiones, junto con una normalización de la producción en el primer trimestre de 2023, ha permitido incrementar la generación renovable un 11% en el periodo y reducir las compras de energía realizadas en el ejercicio pasado a precios elevados. De esta forma, la compañía cuenta ya con 40.344 MW renovables en todo el mundo.
Además, Iberdrola consolida su posición en eólica marina, con 3.500 MW en construcción -de los que 1.800 MW entrarán en operación en Francia, EEUU y Alemania-, con contratos a proveedores ya cerrados y con la energía vendida por 15 años o más.