Iberdrola invertirá 47.000 millones en tres años, la mitad en EEUU

Golpe encima de la mesa de Ignacio Sánchez Galán. En plena pugna con el Gobierno por la subida de la luz y los impuestos, Iberdrola no solo no frena sino que pisa el acelerador en inversiones y empleo como muestra de su apuesta por la transición energética. Eso sí, casi el 90% de las inversiones las realizará fuera de España.

Iberdrola ha comunicado este miércoles a los inversores en Londres que invertirá 47.000 millones de euros entre 2023 y 2025, cifra que la compañía ha calificado como histórica. Los Estados Unidos serán el primer destino, con cerca de la mitad de la inversión, mientras que España recibirá algo más de 6.000 millones, el 13% del total.

Estados Unidos, el mercado por el que más está apostando el gigante vasco en los últimos años, se llevará el 47% de sus inversiones en el próximo trienio, aunque la cifra incluye no solo el crecimiento orgánico sino también la integración de PNM Resources, a la que se destinarán 11.000 millones. Reino Unido será el segundo receptor, con el 16%. Latinoamérica se llevará el 11% y nuevas apuestas de la compañía como son Alemania, Francia y Australia, el 13%.

Las redes y la energía renovable serán el destino principal de las inversiones de Iberdrola. 27.000 millones irán a redes, con lo que prevé llegar a unos activos valorados en 56.000 millones en 2025, mientras que otros 17.000 millones se destinarán a renovables, para alcanzar una capacidad de producción no contaminante de 52.000 MW dentro de tres años.

“La situación actual del sector es una oportunidad para que Iberdrola pueda seguir contribuyendo a la autosuficiencia y la descarbonización en los países en los que estamos presentes”, ha asegurado Sánchez Galán. La compañía ha destacado que el 80% de las inversiones irán a “países con calificación A, marcos regulatorios estables y ambiciosos objetivos de electrificación”.

La inversión en redes tiene el objetivo de acompañar la apuesta renovable e impulsar nuevas soluciones y servicios, y la ha centrado en países con “marcos predecibles” para protegerse ante la incertidumbre económica. Así, el 85% del total está “prácticamente asegurada” pues tendrá lugar en proyectos con tarifas cerradas o prácticamente cerradas y con condiciones “conocidas”. El valor de los activos regulados pasará de 39.000 a 56.000 millones gracias a esta inversión.

Las renovables también se enfocarán a proyectos “asegurados, de alta calidad y con la mejor relación entre riesgo y retorno”. Casi la mitad, el 46%, será para eólica marina, sobre todo en Francia, Alemania, Reino Unido y EEUU. España está más atrasada en la implantación de esta tecnología. La eólica terrestre, la principal apuesta de Iberdrola los últimos años, tendrá el 25% de la inversión, por un 24% de la fotovoltaica, un 2% de la hidráulica y un 3% de baterías.

Esta apuesta se trasladará al empleo, pues el gigante energético vasco prevé contratar a 12.000 personas en los tres próximos años. Así, alcanzará en 2030 el medio millón de empleos directos e indirectos, de los que 85.000 estarán en España, destacó Iberdrola en un comunicado.

Iberdrola mejorará el beneficio en doble dígito

La actualización de previsiones de Iberdrola también incluye sus principales magnitudes financieras. La compañía calcula que en 2025 alcanzará un ebitda de entre 16.500 y 17.000 millones de euros, con un crecimiento medio anual que rozará los dos dígitos, entre el 8 y el 9%. El beneficio neto seguirá la misma senda, hasta entre 5.200 y 5.400 millones al final del periodo.

Los accionistas de la energética se beneficiarán de esta evolución, pues con un pay out de entre el 65% y el 75% de los beneficios. Iberdrola fijará un dividendo mínimo de 46 céntimos de euro por acción en 2023 y 2024 y de 50 céntimos en 2025, si bien espera llegar, en este último año, a entre 55 y 58 céntimos.