Iberdrola se adjudica cuatro proyectos agrovoltaicos en Francia
Las iniciativas del grupo energético presidido por Ignacio Sánchez Galán están orientadas a la mejora del bienestar animal y las plantaciones agrícolas
Iberdrola se ha adjudicado cuatro proyectos agrovoltaicos, con una capacidad conjunta de 12 megavatios (MW), en las licitaciones de innovación en energía renovables lanzadas por el Ministerio francés de Transición Energética. Cabe destacar que la energía agrovoltaica es aquella que aprovecha las superficies de los terrenos agrícolas para obtener productos y, a la vez, energía solar.
El Gobierno francés convocó la licitación para un total de 140 MW en dos categorías diferentes. Por un lado, las instalaciones innovadoras montadas sobre suelo con capacidades desde los 500 kW a los 3 MW. Por otro lado, las instalaciones innovadoras instaladas en techos de graneros, invernaderos o aparcamientos, con capacidades desde los 10 kW a los 3MW. Con todo, ha adjudicado 172 MW en 66 proyectos, de los cuales 30 se montarán sobre suelo y 36 en techo, con una capacidad media de 2,6 MW.
En el caso del grupo energético presidido por Ignacio Sánchez Galán, había presentado cuatro proyectos enmarcados en la categoría de suelo, que no solo han ganado la puja sino que también han obtenido la capacidad máxima de 3 MW. Kirch, Maubech, Lapench y Solomiac son los cuatro proyectos que se ha adjudicado la compañía y que están orientados tanto a la mejora del bienestar animal como de las plantaciones agrícolas.
Los contratos tendrán una duración de 20 años
Los distintos proyectos se han articulado en torno a distintos criterios de innovación, pero también de cuidado del entorno y mejora de la agricultura y de la ganadería de los terrenos en los que se implantan, tal y como fijó como requisito el Ejecutivo francés. No obstante, también ponen el foco en la maximización de la producción de la electricidad y la promoción de la convivencia del sector energético y el agrario.
La licitación de los cuatro proyectos se ha formalizado mediante contratos de diferencia (CfD). En estos acuerdos se ha establecido, para una duración de 20 años, el precio del MWh por encima del valor del mercado para compensar la priorización del cuidado de la agricultura y la ganadería, en lugar de la maximización de la producción de la planta, según ha destacado la compañía a través de un comunicado.
Mejora del bienestar animal y las plantaciones agrícolas
Uno de los proyectos lleva el nombre de Kirch y tiene como objetivo combatir el «estrés por calor» en el ganado causado por el cambio climático, con un impacto directo sobre la producción y la calidad de la leche. Contempla la instalación de los paneles fotovoltaicos a una altura mínima de 1,5 metros para garantizar un refugio a los animales bajo estas estructuras. También prevé la equipación de cada placa con un sistema inteligente para recoger el agua de lluvia durante el periodo invernal, almacenarla en un depósito y filtrarla, para luego utilizarla en la época de calor para regar el prado y humedecer a los animales.
Tras cruzar los datos de la estación meteorológica de la granja y los parámetros de salud captados a través de collares inteligentes colocados en los cuellos del ganado, el prototipo de Iberdrola puede predecir la aparición de estrés por calor y activar de forma automática los nebulizadores. Asimismo, puede predecir las necesidades de agua de la pradera y activar el sistema de riego inteligente para asegurar pastos verdes durante todo el año.
Por otro lado, otro de los proyectos se propone maximizar las plantaciones agrícolas de los terrenos en los que se encuentra. En lugar de seguir al sol para maximizar la producción de electricidad, los seguidores de un eje de las placas fotovoltaicas persiguen optimizar la producción del cultivo. Por la forma en la que se disponen las placas, cuentan con la posibilidad de proteger los cultivos de las heladas en invierno o de los intensos rayos del sol en verano, y mejorar la calidad de la plantación.
Los sensores instalados debajo de cada fila de paneles solares recogen y cruzan los datos de las plantas y los meteorológicos para augurar cuando los cultivos necesitan luz o sombra. Además, los paneles están estratégicamente situados para permitir el paso de los tractores entre sus hileras y para apoyar la transición de la agricultura tradicional a la agroforestal.