La dueña de Iberia exprimirá sus aerolíneas premium ante el riesgo de recesión
Las grandes compañías enfocan sus planes de futuro asumiendo que la situación económica será compleja en los próximos meses
Los tambores de recesión afectan a todos los sectores, incluso al aéreo que tan buen verano está teniendo. Así lo reconocen desde el grupo IAG, dueño de marcas como Iberia y British Airways. La compañía muestra su satisfacción por la estrategia llevada a cabo en el primer semestre del año, pero no oculta la intranquilidad de una segunda mitad de 2022 más convulsa en el ámbito macroeconómico.
En concreto, en un reciente encuentro con analistas, el CEO de IAG, Luis Gallego, ha asegurado que no ve ninguna debilidad en el futuro inmediato por lo que respecta a su compañía. Sin embargo, asume que puede existir un riesgo de recesión sobre el que deben estar atentos. De esta manera, uno de los grupos aéreos más importantes del mundo deja constancia de su preocupación con respecto al contexto económico.
En este sentido, Luis Gallego también ha sido muy claro en lo que respecta a la situación actual de la compañía y el balance de los seis primeros meses del año. Aclara que gracias a la buena línea de ingresos en este periodo se podría compensar de manera evidente la potencial recesión de la segunda mitad del año. Eso escenifica el buen verano que van a tener la mayoría de aerolíneas.
Otro de los fatores que exprimirá al máximo IAG será sus marcas premium. Así lo ha hecho constar de forma pública el director financiero del grupo, Nicholas Cadbury. De igual modo, en un potencial escenario recesivo, la compañía cree que la tipología de clientes y marcas que tienen le ayudaría a no perder comba. Por eso, remarca que firmas como Iberia se encuentran más protegidas ante eventuales contratiempos económicos que, por ejemplo, las compañías de bajo coste.
Y no solo eso. De una eventual recesión hay algo de lo que podría aprovecharse todo el sector: unos precios de los combustibles más bajos. Eso impacta en las cuentas, en este caso de forma positiva. Por lo tanto, desde la compañía se encuentran relativamente cómodos ante una potencial recesión.
Enfado en el sector
Pese a las perspectivas que tiene la dueña de Iberia sobre sí misma y su comportamiento los próximos trimestres, eso no quiere decir que todo esté en orden. A través de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), las compañías han mostrado este jueves su disconformidad con ser el único medio de transporte excluido de las medidas anticrisis del ‘Plan de Choque de Respuesta a la guerra de Ucrania’ y porque se hayan impuesto al sector nuevas obligaciones económicas.
En concreto, se refieren al Real Decreto-ley del 1 de agosto, que impone al sector nuevas obligaciones económicas, al establecer que los gastos de operación y mantenimiento, así como las inversiones necesarias para la implementación del Sistema de Entradas y Salidas (SES) para controlar las fronteras exteriores de los Estados miembros sean recuperados vía tarifas aeroportuarias en el marco del DORA.
En este sentido, el presidente de ALA, Javier Gándara, ha lamentado en un comunicado que el Ejecutivo «haya vuelto a dejar fuera de las ayudas a la sostenibilidad económica a un sector tan estratégico como el aéreo» que «no escapa de las consecuencias de esta guerra, y que también está soportando el alza del precio del combustible«.
«El Gobierno no puede olvidarse de nosotros. Somos un sector estratégico y fundamental para el desarrollo del turismo, de la conectividad, de la carga y, por tanto, de la economía y el empleo», ha añadido Gándara. En este sentido, ALA ha solicitado al Gobierno que adopte medidas de apoyo al sector que contribuyan a aminorar las cargas que soportan y les ayude así a amortiguar las consecuencias de esta crisis por el conflicto bélico.
Una de estas medidas sería la asunción por parte del Estado de la totalidad tanto de los costes derivados de las medidas de seguridad sanitaria frente al Covid-19 realizadas en los aeropuertos, como de la implementación del SES. Otra iniciativa sería la articulación de subvenciones para la producción de combustibles sostenibles (SAF, por sus siglas en inglés) que permitiesen aliviar la carga de las compañías aéreas en su transición hacia el objetivo de emisiones netas cero.