El ‘hub’ prevé empezar a contratar empleados para reindustrializar Nissan en enero
QEV y BTech están negociando los avales necesarios para recibir los fondos del Perte, además de inyecciones de capital de inversores privados
En cuestión de meses, la antigua fábrica de Nissan de la Zona Franca podría recuperar el empleo que se perdió tras su cierre. Después de conocerse este lunes que la alianza entre el D-Hub y Goodman ha sido la única candidatura en presentarse formalmente al concurso público para reindustrializar la planta, el consorcio encabezado por QEV y BTech espera comenzar a contratar a trabajadores para organizar el centro en enero de 2023.
Según fuentes de QEV, el grupo de empresas de la descarbonización prevé configurar un equipo directivo para las naves a principios del año que viene, además de empezar a formar una plantilla, donde deberían de incluirse ofertas para los antiguos trabajadores de Nissan. El hub siempre ha prometido que absorberá almeno unos 1.000 de los 1.400 empleados del fabricante japonés para operar en sus líneas de producción, una de las condiciones expresada por la mesa de reindustrialización durante la redacción y el seguimiento del concurso público.
Sin embargo, para este momento quedan algún que otro trámite por cerrar. En primer lugar, no se sabrá a ciencia cierta si Goodman y el hub son los ganadores del concurso hasta las últimas semanas de noviembre. Primero, el Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), propietario de los terrenos y gestor de la adjudicación, deberá leerse con lupa la documentación del proyecto para garantizar que no haya ningún error y se adhiera a las bases del concurso. De ser así, se la adjudicarían los terrenos.
Una vez proclamado ganador, Goodman, quien a fin de cuentas es quien presenta la documentación porque la adjudicación va destinada a operadores inmologísticos que gestionen los terrenos, tendrá 30 días para presentar un aval. “Es un trámite, ya está preparado”, matizan estas fuentes. Por último, se deberá de firmar el contrato ante notario, además de desembolsar la inversión inicial de 100 millones de euros establecida por el CZFB para la promoción o rehabilitación de activos industriales.
En negociación por los avales
En este sentido, y pese a contar con el capital de Goodman; la falta de una financiación estable es la única pata que hace coger la candidatura. Por un lado, el D-Hub aspira a recibir 108 millones de euros en ayudas públicas procedentes del Perte del coche eléctrico, unos fondos que por ahora no tiene garantizados por la falta del aval de los bancos.
El Ministerio de Industria obliga al hub y al resto de empresas beneficiadas de estos fondos a presentar un aval para el 100% de las ayudas, dado que se abonará el 90% de los fondos asignados antes de que acabe el año. A falta de 15 días para que finalice el plazo para formalizar estos avales, el grupo de empresas solo puede avalar el 50% de las ayudas recibidas. Las 18 compañías que se han unido para presentarse al Perte siguen negociando con las entidades bancarias.
En paralelo, QEV y el resto de compañías se están encontrando con diferentes inversores privados que podrían incrementar el capital del proyecto. Aun así, no se espera que haya un acuerdo definitivo hasta finales de mes.
De poder atar estos cabos, la compañía se reafirma en su compromiso de poder empezar a producir a todo gas en la planta a medidos de 2023. El principal objetivo del consorcio de empresas es fabricar 100.000 vehículos eléctricos una vez lleven 3 años instalados en la fábrica de Nissan, entre los cuales habrá la furgoneta Zeroid.
Por su parte, Goodman asumirá el control de los más de 100.000 metros cuadrados de uso logístico establecidos en los pliegues del concurso. Desde el sector inmobiliario se ha retirado que es una superficie demasiado pequeña, por lo que la empresa australiana prevé construir una segunda planta en la nave. Esto le daría más espacio para desarrollar su negocio y garantizaría su rentabilidad.