Los hoteles españoles rozan niveles prepandemia en verano pero tienen «malos augurios» por la inflación
El nivel de cancelaciones hoteleras sigue un 20% por encima de 2019 y el sector tiene mucha incertidumbre con qué pasará después del verano
Los hoteleros celebran que la demanda para este verano esté ya casi al mismo nivel que 2019, un año que además fue récord para el turismo español. En el verano de la recuperación, tras dos años de pandemia, esto son muy buenas noticias. Pero hay mucha incertidumbre sobre qué pasará a partir de octubre. La inflación, la amenaza de recesión y el ritmo de cancelaciones les mantiene en alerta.
Así lo han expresado este jueves desde CEHAT, la patronal hotelera, durante la presentación del informe Smart Observatory, donde el presidente, Jorge Marichal, ha adelantado que el turismo internacional alcanzará este verano el 87% de los niveles de 2019. «La eliminación de las restricciones está permitiendo que el turismo vuelva», destacaba.
Además, este verano habrá sorpresas positivas por parte de los países nórdicos, Alemania y centro Europa, que están apostando fuerte por nuestro mercado. Así, si en 2019 más de 10,6 millones de turistas internacionales se alojaron en hoteles españoles, este 2022 se hay registradas reservas de 9,2 millones de turistas.
A ellos se suma el mercado doméstico. Muchos españoles que han viajado por el país durante 2020 y 2021, han visto que quedarse por España «está bien», así que este año repiten. Por este motivo, el turismo nacional supera ya los niveles de 2019, añadía Marichal.
Con todo, la estancia media en los hoteles ha aumentado en los últimos meses de manera muy positiva, también el precio medio y la ocupación. Sin embargo, el presidente de CEHAT advierte que se está ralentizado la intención de compra por parte de los viajeros, que esperan hasta el último minuto para decidir si realizan el viaje.
Esto se explica, principalmente, por el caos en la actividad aérea y los aeropuertos. Los problemas de capacidad en los aeropuertos emisores, como los británicos (que incluso se han visto obligados a cancelar vuelos), unido a las huelgas de las aerolíneas en España, estarían detrás de este comportamiento.
La patronal, además, tiene «malos augurios» por los efectos de una posible recesión a consecuencia de la inflación. El nivel de cancelaciones se ha reducido a la mitad respecto al verano del 2021, pero sigue siendo muy elevada si se compara con las de 2019. En concreto, están un 20% por encima.
Marichal explica que los viajeros tienen preocupación con qué va a pasar más allá del verano y las hoteleras, también. «La gran pregunta que nos hacemos todos es qué va a pasar después de este verano, las ganas contenidas de viajar aguantará la temporada, pero después no sabemos que no vamos a encontrar».
Y en este sentido, Cayetano Soler, socio responsable de Turismo de PwC, reconocía que la situación es «complicada», pues los indicadores macroeconómicos (como el PIB, el IPC o el Euribor) son cada vez más negativos y pueden afectar al sector en dos frentes.
Por una parte, erosiona la capacidad de compra del consumidor, que con el Euribor al alza tiene que afrontar gastos de hipoteca más altos. Y por otra, reduce la rentabilidad de los hoteleros por el incremento de costes operativos y una financiación más cara.
«Desgraciadamente, a futuro, se dibujan escenarios más complejos». Y no es solo por el tema energético, explicaba Soler, también por el desabastecimiento de alimentos, que está afectando a todos los hoteles. Soler adelanta que todos estos factores va a llevar al sector a unos niveles menores de crecimiento de actividad.
«Estaremos en alerta por si erosiona el nivel de recuperación turística», algo que todavía no está ocurriendo. «La situación es positiva de momento, esperaremos a ver si la evolución a futuro es negativa».