Hoffman pasa a la Generalitat la responsabilidad de cancelar el Mobile
El presidente de la GSMA, organizadora de la feria tecnológica, reitera que para él las fechas establecidas son inamovibles
Pese al goteo de bajas, el Mobile Wold Congress (MWC) de Barcelona no se cancela este verano. Es el mensaje que ha querido trasladar el presidente de la entidad organizadora (GSMA), John Hoffman, quien, sin embargo, ha dicho que el evento solo podría paralizarse si lo ordena la Generalitat de Catalunya.
Así se ha expresado el ejecutivo en la mañana de este jueves en una entrevista con la televisión pública catalana TV3. «Queremos que la gente participe desde todo el mundo, o bien en persona o bien de forma virtual», ha expresado en el programa Els Matins.
Hoffman vuelve a pronunciarse tras el goteo de cancelaciones presenciales y bajas definitivas de empresas expositoras de este año.
Sony, Facebook, Ericcson y Nokia son algunas de las empresas que han dicho no a participar este año en el evento que ya no pudo celebrarse en 2020 por culpa del coronavirus, pese a que ni siquiera se había instaurado el estado de alarma.
La edición de este año cuenta con protocolos de seguridad e higiene anti-covid para garantizar la asistencia de los participantes. Una de las medidas más comentadas es la obligatoriedad de presentar un test PCR cada 72 horas.
Pendiente de 2022
El presidente de la GSMA ha querido dejar claro que, independientemente de qué suceda este año, «estaremos de nuevo aquí (en Barcelona) el febrero de 2022».
Sin embargo, la respuesta no ha sido la misma cuando se le ha preguntado si el Mobile seguirá en Barcelona más allá de 2024. Hoffman ha destacado la buena relación de la organización y las autoridades, además de con los ‘partners’ locales: «¿Por qué querríamos cambiar una cosa que funciona? Aunque no puedo prever el futuro, aún hay tiempo», ha explicado.
El Mobile World Congress (MWC) se celebra en la ciudad de Barcelona desde 2006 y ha soportado distintas crisis institucionales, como la del independentismo. La feria supone un gran acicate para la economía de la ciudad. El impacto desde la primera edición en la capital catalana: 5.300 millones de euros y 128.200 empleos temporales.
Aunque es muy difícil calcular cuánto dinero dejará de ingresar este 2021 la ciudad de Barcelona por esta atípica edición, sí hay datos de qué supone una celebración en condiciones normales (473 millones de euros).