INCAPTO: la revolución cafetera que busca desterrar las cápsulas
Su modelo que une máquinas superautomáticas, compra por suscripción, café recién traído de los cafetales y precios competitivos ha conquistado a 30.000 hogares y 2.000 empresas en España. Pero INCAPTO quiere más
Francesc Font, cofundador y CEO de INCAPTO. Foto: Economía Digital.
Apretar un botón y tener un café casi al instante. De distintos orígenes e intensidades. De cualquier tamaño y sabor. En casa y en la oficina. Nadie puede negar la revolución que supuso, en los primeros dosmil, la irrupción de las cápsulas en la forma en que tomamos café, cuyo éxito va unido a la practicidad, la facilidad y, por qué no, a la falta de tiempo tan característico de nuestro modo de vida.
En la misma estela del convenience (comodidad), INCAPTO apuesta por un nuevo modelo en torno al café de calidad, recién molido y en apenas unos segundos, pero ahora sin los efectos negativos asociados a la industria de la cápsula, como los que se derivan de la dificultad de reciclar los millones de envases que se desechan cada día.
La fórmula de INCAPTO es muy simple, explica el cofundador y CEO de la compañía, Francesc Font, “va de apretar un botón y tener un espresso en 20 segundos”. Solo que, en su modelo, “es un espresso que viene de haber molido el café al momento, a través de máquinas superautomáticas, lo que eleva la experiencia en torno a la taza, ya que podemos olerlo y disfrutarlo mucho más”.
Adiós a las cápsulas
“Decimos que hay que decirles adiós a las cápsulas básicamente por un motivo medioambiental”, explica Font en una entrevista enmarcada en el proyecto ‘Historias de innovación, historias de éxito’ de Economía Digital y Banco Sabadell que recopila la experiencia de empresas que destacan especialmente por su mirada innovadora y su apuesta por la alta tecnología.
“Entendemos que, por un lado, las cápsulas supusieron un avance en material de convenience, de practicidad”, apunta el responsable de INCAPTO, que señala como reverso de la industria “el problema evidente con la reciclabilidad”.
Pero hoy, “dado que hoy hay una alternativa que son las máquinas automáticas con el café en grano, pensamos que la cápsula deja de tener sentido”, concluye.
Cómo funciona INCAPTO
Nacida en Barcelona en junio de 2020 -en plena pandemia-, INCAPTO vino a ofrecer una solución a los nuevos hábitos de consumo de café en España pero esquivando la cápsula.
Su modelo es en realidad una suma de innovaciones más que una única idea brillante. La primera de ellas, en torno a la cafetera. En el momento de su nacimiento, ya existían las máquinas automáticas, pero eran caras, muy grandes y complejas de usar, que se percibían exclusivamente para los “muy frikis” del café.
Crear una máquina más pequeña, apta para cualquier cocina y fácil de usar fue el primer empeño de los fundadores de INCAPTO, Francesc Font, Beatriz Mesas y Joaquim Mach.
Conseguir un café de mucha calidad y que se recibiera directamente en casa recién tostado, fue el segundo.
La combinación de ambos factores define el modelo de negocio de INCAPTO: controlan desde la fabricación de las máquinas (más parecidas a las de cápsulas que a las que podemos ver en cualquier cafetería) y su venta, prácticamente a precio de coste, lo que elimina la barrera de entrada, a la importación del café en origen, que además sirven a través de un modelo de suscripción.
Y, siempre, con el precio como factor crítico.
En la eliminación de la cadena de intermediarios, especialmente en el mercado del café, está la jugada maestra de INCAPTO: “que nos ha permitido crear una alternativa a la cápsula que es más buena, más sostenible y más económica”. “Conseguimos dejar al cliente sin argumentos de por qué no hacer el cambio”, recalca Font.
Cuatro años después de su puesta en marcha, INCAPTO cuenta con más de 30.000 suscriptores.
Además de España, la compañía ha iniciado su expansión a los mercados de Italia, Francia y Portugal donde “también está traccionando bien”.
Ir al grano como filosofía
Igual que un zumo de naranja no es igual recién exprimido que en tetrabrick, un café no sabe igual recién molido. De ahí que en INCAPTO se repita que “hay que ir al grano”.
De todo lo relacionado con el café lleva las riendas Beatriz Mesas, Catadora Q grader Arabica por el CQI (Coffee Quality Institute), que selecciona variedades de países como Colombia, México, Brasil, Guatemala, Vietnam, Indonesia, Etiopía o Ruanda y lo ofrece como monovarietales o como blends.
“A diferencia del vino o la cerveza, aún un hay mucho desconocimiento en el mundo del café, y esto hay que trabajarlo”, señala Font.
Para arrojar luz sobre el sector, la compañía produjo un documental, El pulmón del café, sobre las dificultades que enfrentan los productores derivados, desde la falta de relevo generacional a los precios abusivos que, en muchos casos, imponen las dinámicas de un mercado copado por grandes multinacionales.
“Esto forma parte de nuestro objetivo como compañía, no solo el ahorrar a nivel medioambiental residuos como puede ser la cápsula, sino también trabajar el problema social”.
En el caso de INCAPTO, se trabaja directamente el café desde la finca, lo que les permite asegurar la trazabilidad y controlar ciertos procesos de calidad en el cultivo y, al desintermediar toda la cadena de valor -que puede llegar a suponer el 60% del precio de una taza-, pueden “ofrecer un café de excelente calidad a un precio muy competitivo y, a la vez, pagándole muy bien al caficultor”.
Sus precios están, de hecho, en torno a los 25-30 euros el kilo lo que, llevado a la máquina superautomática, deja la taza en torno a los 25-30 céntimos, por debajo incluso de la industria de la cápsula.
Digitalización en la industria del café
Otra de las grandes innovaciones de INCAPTO se manifiesta en la división para empresas. Una plataforma de software de su creación permite a la compañía controlar en todo momento el parque de máquinas o saber cuántos cafés están haciendo y así prever la cantidad que deben tostar y enviar a cada compañía.
“Lo que hemos hecho es digitalizar toda una industria que claramente tenía un problema de servicio”, señala Font.
Actualmente la compañía está presente en alrededor de 2.000 empresas sirviendo más de 800.000 cafés mensuales, un canal “que está creciendo mucho”.
Una experiencia que esperan también escalar y poder llevar “a cualquier rincón del mundo”.