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Arquimea, la empresa que lleva alta tecnología española al espacio

Llegar a la Estación Espacial Internacional y trabajar con la NASA son algunos de los hitos de Arquimea, que se prepara para desplegar su propia red de satélites

Manuel García-Sañudo, CEO de Arquimea. Foto: ED.

Su tecnología ha viajado a la Estación Espacial Internacional e, incluso, a Marte, a bordo del último vehículo (rover) que la NASA envió al planeta rojo. Haciendo de la innovación su bandera, la compañía española Arquimea ha conseguido, en solo 19 años de existencia, convertirse en una referencia a nivel internacional en un sector tan exigente como el aeroespacial.

A punto de desplegar su propia red de satélites, la empresa no solo participa en misiones espaciales, sino que también desarrolla todo tipo de proyectos que incluyen la robótica, la inteligencia artificial, la computación cuántica o la biotecnología.

En este sentido, detalla su CEO, Manuel García-Sañudo, “no hay prácticamente ningún sector que no nos interese; la pasión por la tecnología nos puede, somos un poquito ‘yonkis’ de la tecnología”.

Así es como la compañía, con sede en Madrid, diseña los subsistemas responsables del despliegue de paneles solares que permiten que los satélites de la NASA tengan la energía que necesitan, pero también desarrollan nuevas moléculas que permitirán luchar contra una enfermedad como la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).

Adictos a la tecnología

Para llegar hasta aquí, relata el CEO de Arquimea en una entrevista enmarcada en el proyecto ‘Historias de innovación, historias de éxito’ de Economía Digital y Banco Sabadell que recopila la experiencia de empresas que destacan especialmente por su mirada innovadora y su apuesta por la alta tecnología, ha sido básico “tener el objetivo claro y dotarse de las tecnologías necesarias para competir al más alto nivel” ya sea a través de desarrollo propio o de “adquisiciones críticas”.

Como Arquímedes, al que homenajean con el nombre de la compañía, están convencidos de que la tecnología volverá a cambiar el mundo, modificando servicios y productos tal y como los conocemos hoy.  Y Arquimea, sin duda, será parte de ese cambio.

Arquimea se enfoca a la ciencia aplicada: se trata de trasladar la innovación del laboratorio a la sociedad con eficiencia y la mayor velocidad

Por ejemplo, con sus proyectos en robótica, entre los que García-Sañudo destaca el desarrollo de un motor que simula perfectamente el movimiento de un músculo en extensión con una suavidad que deja muy atrás los autómatas actuales.

O en el campo de la Inteligencia Artificial, donde cuentan con un proyecto, especialmente enfocado al cine y el mundo de la comunicación, que permite crear entornos virtuales con todos los escenarios imaginables enlatados y listos para grabar en un entorno digital en 3D con el que buscan revolucionar los rodajes cinematográficos.

La batalla por el talento

Para lograr estar en la cresta de la innovación en desarrollo tecnológico, el talento se revela como factor crucial.

Y, de hecho, para el CEO de Arquimea, “vivimos un momento en el que la mayor de las batallas es la batalla por el talento”. Su centro propio de investigación en Tenerife, Arquimea Research Center, toda una referencia en cuántica y robótica, concentra la labor de investigación e innovación de la compañía.

En La Laguna, a pocos km de Santa Cruz de Tenerife, trabajan más de 70 investigadores de disciplinas como matemáticas, física, biología o geología en una veintena de proyectos de I+D+i simultáneos.

Además, se realizan colaboraciones con centros de referencia en todo el mundo, pero siempre enfocado a la ciencia aplicada: se trata de trasladar la innovación del laboratorio a la sociedad con eficiencia y a toda velocidad, “con la agilidad de una startup”, apunta García-Sañudo.

Acompañamiento financiero, una elección crítica

Si el talento es crucial, también lo es contar con el partner financiero adecuado. Uno, señala el CEO de la compañía, “que entienda lo que son las empresas tecnológicas de alto potencial de crecimiento”.

Con un crecimiento sostenido en los últimos tres ejercicios por encima del 30% anual, “si un banco me va a financiar con respecto al balance del año anterior, no me va a financiar las necesidades del año en el que estoy”. De ahí que se requiera entender muy bien la velocidad de crecimiento, pero también acompañamiento: “pregúntame más por el futuro y no tanto de lo que he hecho hasta ahora”.