Hacienda investiga a la constructora Copisa
Estudia si la empresa ha tributado correctamente por el impuesto de sociedades y el IVA
La Agencia Tributaria está comprobando las cuentas del gigante catalán Copisa Constructora Pirenaica. El fisco quiere averiguar si la empresa tributó correctamente por el impuesto de sociedades de los ejercicios de 2008 a 2011 y el IVA de 2009 a 2011.
De momento, Copisa no tiene contabilizada en sus cuentas de 2012 ninguna provisión para hacer frente a las eventuales sanciones en que podría incurrir, porque a juicio de sus dirigentes no existen riesgos fiscales.
Refinanciar la deuda bancaria
Éste es uno de los frentes que tiene abierto Grupo Copisa, presidido por Josep Cornadó. Otro afecta a su pasivo exigible. Copisa trata de arrancar a la banca un acuerdo para refinanciar sus deudas, cifradas en unos 400 millones de euros. El pasado verano firmó con las entidades crediticias unos pactos de espera. En virtud de ellos, los bancos se comprometieron a no iniciar acciones judiciales mientras duren las conversaciones sobre la refinanciación.
Obras públicas
Copisa es la segunda compañía del escalafón catalán de grandes constructoras, por detrás de Comsa. Se dedica principalmente a la obra pública y privada, sobre todo la primera. Además, está presente en una extensa ristra de otros negocios como las promociones inmobiliarias, el alquiler de bienes raíces, la fabricación y transporte de hormigón y áridos, el mantenimiento industrial, la compraventa de embarcaciones, la generación de energía eléctrica y la explotación de residencias de estudiantes.
Copisa tiene su origen en una constructora que se fundó en 1959 para montar las centrales hidráulicas de Fecsa en el Pirineo. Luego pasó a manos de la firma francesa del mismo ramo Dumez, que a su vez la transfirió años después a la Corporación Empresarial Once. Por fin, Copisa cayó bajo el control de la compañía autóctona Construccions, Materials i Paviments (Comapa), que adoptó la denominación de la empresa comprada.