Godó suma 2,6M de la Generalitat en 8TV con la audiencia en mínimos
La televisión del grupo Godó, que ahora busca dar una nueva oferta televisiva, fue la privada catalana más mimada por la Generalitat desde 2016
El conde de Godó, con 8TV como cadena más representativa, ha confesado que busca una nueva oferta informativa como revulsivo a sus malas cifras de audiencia y económicas en el negocio televisivo. La solicitud al Consell Audiovisual Català (CAC) de cambios en la emisión de su licencia TDT ponen de manifiesto, más allá de las dudas a su modelo, que el dinero recibido por la Generalitat de Cataluña vía publicidad institucional ha servido para más bien poco porque su audiencia no ha hecho más que caer.
Desde 2016, la televisión privada de Cataluña ha sido la más mimada por la administración. 8TV ha recibido cerca de 2,6 millones de euros en base de publicidad institucional (casi 600.000 euros en 2018, último año disponible), hasta el punto de ser el medio audiovisual mejor tratado, solo superado por TV3.
Esas mismas cifras, disponibles en las memorias de la Comisión Asesora sobre la Publicidad Institucional, resumen que la televisión afincada en Barcelona ha sido receptora aproximadamente el 20% de todos los fondos repartidos cada año entre las televisiones de habla catalana, entre las que también están Lleida TV, Olot TV, o el Punt avui TV como agraciadas.
La audiencia, por el contrario, se ha puesto en caída libre durante el mismo periodo de tiempo. Así lo muestran las cifras del Idescat, el instituto nacional de estadística de Cataluña. Desde 2016 la audiencia acumulada, que mide el úmero de contactos de al menos un minuto, ha pasado de representar el 14,99% del público en Cataluña a poco más del 10%.
Si se analiza la cuota de pantalla, que en este caso mide el porcentaje de espectadores que ven un programa o cadena sobre el total del consumo televisivo, se ve la misma tendencia negativa. Los datos del consultor Barlovento Comunicación, que elabora sus informes mensuales con datos de Kantar, lo evidencian: 8TV ha pasado del 2,8% de share a finales de diciembre de 2016 al 0,8% a finales del mismo mes de 2018.
La tormenta perfecta sobre la tele del grupo Godó
La situación que atraviesa la televisión del grupo Godó se entiende mejor si se analiza qué ha pasado dentro de la compañía y el impacto que ha tenido sus propias cuentas, hasta el punto que se ha llegado a poner en duda la continuidad de la televisión.
Como medida paliativa, según publicó El Independiente, se ha solicitado al Consell Audiovisual Català (CAC) un cambio de permisos de emisión en su licencia. En concreto, se pretende emitir “una programación temática de carácter económico y cultural”. No obstante, esa petición articulada a través de la mercantil Emissions Digitals de Catalunya ha sido archivada [puedes ver aquí la decisión del CAC] de manera momentánea.
¿Qué solicitaban? Autorización para sustituir la oferta de programación correspondiente a uno de sus cuatro múltiples de televisión digital terrestre con cobertura nacional en Cataluña, con el objetivo de dar una programación temática de carácter económico y cultural. El múltiple escogido era el 2, en el que no se emite nada nuevo, sino el canal musical canal RAC 105, que ya se emite en el múltiple 4 (en el 1 se emite 8TV y en el 3 Barça TV).
Una de las medidas que explican la mala situación del negocio televisivo del conde de Godó ha sido la cancelación de programas y la salida de parrilla de contenidos de valor para la televisión que ha vivido 8TV. Después de 16 temporadas en antena, Alfons Arús, una de las caras más visibles de la mañana en la tele catalana, consideró que ya había cumplido una etapa y decidía poner rumbo a La Sexta (Atresmedia). A ello se sumaba la pérdida de otra estrella de la pequeña pantalla: Jordi Armenteras, quien dejó de ser presentador de 8 al dia, o Josep Cuní, que lo hizo un año antes.
El resultado final se resume al ver sus cuentas. El importe neto de la cifra de negocio de 2017, último año disponible en el Registro Mercantil, cayó en un 19,3%, hasta situarse en los 11,8 millones de euros. Las pérdidas, que se sucedían por nueve años consecutivos, ascendieron a más de 6 millones de euros —se estiman que acumuladas alcanzaría los 35 millones—, en línea de lo registrado en ejercicios pasados.
Son consecuencias que no han pasado desapercibidas para el auditor. En la misma documentación consultada, PwC considera que la continuidad de la cadena, a la vista de sus números, no está asegurada. «Considerando la evolución delos resultados dela sociedad, la recuperación de los mencionados activos por impuesto diferido no puede concluirse que sea probable», expusieron.