Guerra total entre los padres de Pocoyó
José María Castillejo impugna la junta en la que se nombró a Miguel Valladares presidente de Zinkia, la productora audiovisual de Pocoyó
La batalla entre los padres de Pocoyó por la custodia del personaje arrecia. El expresidente de la productora audiovisual de la compañía Zinkia, José María Castillejo, ha impugnado la junta general de accionistas que se celebró el pasado año. En ella, se nombró como máximo responsable al empresario mexicano Miguel Valladares, por lo que se vació de poder a Castillejo.
Ahora, éste quiere recuperar la compañía. Para ello a interpuesto una demanda al entender que Zinkia reconoció a Valladares la titularidad de 8,26 millones de acciones para asistir y votar en dicha junta de accionistas cuando la adjudicación de los títulos todavía no era firme.
Castillejo intenta recuperar el control de Zinkia
Zinkia ha salido al paso e informa que se opondrá a la demanda de Castillejo. Asimismo, esgrime que la mesa de la junta celebrada el 14 de junio de 2016 interpretó que la adjudicación de dichas acciones era plenamente eficaz.
Del mismo modo, se apoya en la resolución que tramitó la propia subasta, a los efectos de que el adjudicatario pudiera ejercer todos los derechos políticos inherentes a la participación asumida.
El juzgado de lo mercantil número 10 de Madrid adjudicó en junio del pasado año a Valladares estas acciones, representativas del 33% — que estaban en manos de Castillejo– del capital de Zinkia. Tras esta maniobra, el empresario mexicano se convirtió en el primer accionista de la productora del personaje de animación con una participación cercana 45%, al mismo tiempo que Castillejo reducía su posición.
Un cúmulo de demandas
El recurso que ha interpuesto este lunes Castillejo suma un nuevo episodio al cruce de demandas entre ambos directivos. El empresario mantiene actualmente un litigio con el nuevo presidente al que acusa de haberse organizado para desplazarle de la compañía. El exdueño Pocoyó argumenta que el azteca le arrebató la mayoría de las acciones de la empresa engañándole al hacerle creer que lo que quería era refinanciar su empresa.
Del mismo modo, el nuevo presidente de la compañía denunció la gestión de Castillejo ante el juzgado de instrucción número 54 de Madrid una vez asumió la gerencia. En su acusación, Valladares mantiene que los anteriores gestores incurrieron en administración desleal, así como en «un fraude de los intereses de la compañía buscando el lucro propio de los consejeros y del resto de beneficiarios».