Grifols traslada a Irlanda el 75% de su negocio
La multinacional catalana inaugura su planta de Dublín, desde donde gestionará su tesorería a nivel mundial y las áreas claves de su principal división, Bioscience
Hay fábricas que cierran en Cataluña, empresas que se van a Madrid, ya sea totalmente o sólo a nivel fiscal, y otras abren en Irlanda. Este último es el caso de la multinacional catalana de hemoderivados Grifols, que ha inaugurado este jueves su centro de Dublín, desde donde la compañía gestionará su tesorería a nivel global y las áreas clave de su división Bioscience, que aporta el 75% de la facturación total del grupo.
Así lo han explicado el vicepresidente financiero de Grifols, Alfredo Arroyo, y la directora de relaciones con los inversores, Nuria Pascual, durante la inauguración del centro mundial de operaciones de la división Bioscience, en el que Grifols ha invertido 100 millones de dólares (88,4 millones de euros).
Ventajas fiscales
Alfredo Arroyo ha precisado que la política comercial, la de I D y la cadena de suministro de esta división –la más importante de las tres– dependerán de Irlanda, y ha admitido que las ventajas fiscales y la «estabilidad» del país han jugado a favor de instalar en Irlanda este centro mundial de operaciones.
Preguntado por cómo se beneficiará Grifols en términos fiscales de su presencia en Irlanda, Arroyo no ha entrado en concreciones, aunque sí ha dejado claro que «a Montoro no le va a cambiar nada, seguiremos pagando lo mismo» en materia de Impuesto de Sociedades, dado que España apenas supone el 5% de la facturación total de esta multinacional.
De hecho, Grifols comenzó a facturar a través de Irlanda ya el año pasado, pero hasta ahora no había trascendido esta decisión.
Más cerca de EEUU
El centro de Irlanda, de 22.000 metros cuadrados, se encargará, por una parte, de almacenar plasma llegado de EEUU, donde la compañía obtiene buena parte del plasma, ya que allí es legal su compra.
También se llevará a cabo en Dublín el empaquetado y acondicionado final de estos productos derivados de las proteínas plasmáticas, que desde Irlanda se distribuirán a todo el mundo a excepción de EEUU y de España, ya que a estos mercados se servirá desde las plantas locales.
Nueva planta de fraccionamiento
Grifols anunciará en enero dónde ubica su próxima planta de fraccionamiento de plasma, según ha asegurado Alfredo Arroyo. Preguntado por qué opciones tiene la provincia de Barcelona de acoger esta planta, se ha limitado a comentar que se están barajando «muchas ubicaciones», desde Cataluña a Estados Unidos, Irlanda o bien otras ubicaciones del mundo, porque «Grifols es una compañía global», ha resaltado.
Sobre si la inestabilidad política en Cataluña puede condicionar la futura ubicación de más plantas allí, Arroyo ha comentado que «para nada han influido» ni influirán esos factores, porque las compañías «no tienen ni confesiones religiosas ni políticas».
Actualmente, Grifols tiene tres plantas de fraccionamiento de plasma: una situada en Carolina del Norte con capacidad para 5,9 millones de litros, otra situada en Los Ángeles con capacidad para 2,4 millones y una tercera en Parets del Vallès (Barcelona), que suma una capacidad de 4,2 millones de litros al año.
Fraccionar el plasma significa someterlo a diversos cambios de temperatura y condiciones químicas, entre otros procesos, que causan la separación de cada proteína con propiedades terapéuticas, de manera que estas proteínas, una vez purificadas y dosificadas, son utilizadas como medicamentos.