Grifols tira de socios para expandirse y poder pagar deuda a la vez

La firma de hemoderivados recurre al fondo soberano de Singapur y a Shanghai RAAS para crecer con la vista puesta en su abultado pasivo

El consejero delegado de la multinacional de hemoderivados Grifols, Raimon Grifols. EFE/Alejandro García

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Grifols trata de ordenar su deuda después de que la pandemia la hiciera saltar por los aires sin renunciar a la expansión. La firma de hemoderivados anunció la semana pasada un acuerdo con el fondo soberano de Singapur para vender “una participación minoritaria” de su filial estadounidense Biomat a cambio de 1.000 millones de dólares –840 millones de euros, al cambio actual–. La cantidad ingresada se destinará íntegramente a reducir el abultado pasivo que carga la cotizada.

La empresa codirigida por Víctor y Raimon Grífols hizo público el miércoles que el nuevo inversor se quedará con menos del 50% de la firma americana, que posee 296 centros de captación de plasma en Estados Unidos. “Grifols seguirá controlando todos los aspectos relacionados con la gestión de Biomat y la operativa de los centros”, garantizó la organización

“Esta operación apoya el modelo de negocio de Grifols y nuestra estrategia en la obtención de plasma”, celebró Víctor Grífols. “La demanda de proteínas plasmáticas de Grifols es muy robusta y nuestros esfuerzos siguen centrados en responder de la mejor manera posible a las necesidades de pacientes y profesionales de salud”, añadió.

En 2021, la compañía ya anunció la adquisición de 32 centros de donación de plasma después de que la pandemia tensionara sus reservas. Para 2026, la empresa asegura que contará con 520 centros frente a los 380 que suma ahora, especialmente concentrados en Estados Unidos.

Grifols utilizará los 840 millones para pagar deuda

Grifols comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que destinará los 840 millones de euros a pagar una deuda que se ha incrementado desde el inicio de la pandemia debido a los esfuerzos para incrementar la red de captación de plasma.

La expansión y el retroceso del negocio provocaron que el ratio deuda-Ebitda –una de las métricas habituales para medir el endeudamiento– escalase desde las 4,5 veces de marzo de 2020 hasta las 5,1 veces. “Fue como resultado, principalmente, de los 505 millones pagados por las adquisiciones de BPLKedrionAlkahest y GigaGen“, explicó la compañía.

Al cierre del primer trimestre, la deuda financiera neta se situó en 6.200,5 millones. “La gestión del endeudamiento es una prioridad para la compañía, que trabaja activamente para reducir los niveles de deuda”, recuerda periódicamente la cotizada.

Grifols ya entró en China controlando la deuda

Para aterrizar en el marcado chino sin incrementar su ya abultada deuda, Grifols también tuvo que recurrir a un tercero. En 2019, la cotizada española llegó a un acuerdo con Shanghai RAAS para obtener el 26,2% de su capital a cambio de un intercambio de acciones con su filial Grifols Diagnostic Solutions.

La alianza con Shanghai RAAS incluye el control por parte de Grifols del 26,2% de la empresa china (derechos económicos y políticos) a cambio de una participación no mayoritaria en Grifols Diagnostic Solutions. Es decir, el grupo chino tiene el 40% de los derechos políticos y el 45% de los derechos económicos de la filial estadounidense. 

Carles Huguet

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