Grifols busca la recuperación con un 30% más de plasma en 2021
La compañía admitió problemas de abastecimiento durante los meses más duros de la pandemia, pero confía en superar su nivel anterior durante el próximo año
El coronavirus significó un doble revés para las cuentas de Grifols: impulsó sus ya elevadas ratios de endeudamiento y provocó la caída de sus reservas de plasma. Ahora, cuando los meses más duros de la pandemia parecen haber pasado, la compañía trata de enviar un mensaje de seguridad y asegura que 2021 será mucho más que un año de recuperación, pues aspira a incrementar sus inventarios en un 30% gracias al plan de expansión impulsado en los últimos años.
Si bien las predicciones de la firma de hemoderivados codirigida por Víctor y Raimon Grífols asume que terminará 2019 con, mínimo, un 10% menos de reservas de plasma que en el año precedente, en las oficinas del grupo hay optimismo de cara a 2020 por la «tendencia positiva en las donaciones de plasma en Estados Unidos«, su principal mercado de donantes.
Con la esperanza de que los rebrotes no seguen el ritmo de donaciones, en la compañía aspiran que en 2021 ya se recuperarán los volúmenes previos a la pandemia. Es más, para finales de año las reservas podrían incluso incrementarse en un 30% gracias al plan de expansión puesto en marcha.
Volver al estado anterior a la Covid-19 es imperativo para Grifols, pues la falta de donaciones hizo que sus ganancias se rebajaran el 24% en los primeros seis meses de 2020 hasta los 218,2 millones de euros. La razón: la organización tuvo que recortar el valor de sus inventarios en 2015 millones de euros por una menor utilización de lo previsto.
La empresa explicó en un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que el golpe «relacionado con la valoración de los inventarios” se registró íntegramente en las cuentas del primer semestre de 2020, por lo que no se esperan nuevos contratiempos en el actual ejercicio.
Para contrarrestar la caída por la pandemia, la cotizada puso en marcha un “plan de contención de gastos operativos” por valor de 100 millones. Al contrario que la sacudida por el virus, los resultados solo se verán plenamente reflejados en las cuentas del ejercicio completo, a final de año.
A vueltas con la deuda de Grifols
Pero más allá de la falta de materias primas, la Covid-19 también afecto a los ratios de deuda de la sociedad. La compañía de hemoderivados fue advertida en varias ocasiones por el mercado de que su política de expansión tensionaba su endeudamiento, por lo que cambió de estrategia para crecer. Sin embargo, el oxígeno anticoronavirus prestado por la banca vuelve incrementar las ratios de sostenibilidad entre deuda y ebitda.
La empresa tuvo que ampliar una línea de crédito revolving desde los 500 millones de dólares hasta los 1.000 millones. Aunque la organización asegura la ampliación no supuso un aumento del endeudamiento, la ratio entre deuda y ebitda –una métrica habitual para medir la salud de una empresa— ascendió desde las 4,17 veces en las que cerró el año 2019 hasta las 4,43 veces.
El dato del primer semestre de 2020 recuerda a las cifras en las que la cotizada catalana se movía hace dos años, cuando la relación rondaba las 4,5 veces. El desencadenante del incremento de la deuda fue la adquisición de Hologic en diciembre de 2016 por 1.750 millones de euros.
Consciente de que el endeudamiento preocupaba al mercado, la compañía siempre expresó que su gestión “era una prioridad”. Además, tras refinanciar su pasivo con la banca a finales de 2019, lo cierto es que no debe afrontar vencimientos importantes hasta el año 2025.
Sin embargo, a día de hoy parece muy complicado que Grifols logre recuperar el camino emprendido antes de la pandemia y reducir la deuda hasta los niveles prometidos, entre 3,5 y 4 veces. En esta ocasión, el principal causante fue un descenso del ebitda de casi un 17%, desde los 696,8 millones del primer semestre de 2019 hasta los 579,9 millones actuales.