Grifols espera cerrar la venta de su filial china este año y estudia más operaciones para reducir deuda

La farmacéutica aspira a alcanzar sus objetivos de reducción de pasivo en 2024 a partir de crecimiento orgánico y desinversiones

El presidente ejecutivo de Grifols, Thomas Glanzmann, durante la Junta General de Accionistas del año 2023. EFE/Andreu Dalmau Gotham City

El presidente ejecutivo de Grifols, Thomas Glanzmann, junto a algunos miembros del consejo de administración. EFE/Andreu Dalmau

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El año 2023 marca un punto de inflexión para Grifols. La farmacéutica catalana está comprometida con sus objetivos de reducción de deuda y ha empezado a activar palancas para sanear sus cuentas, más allá del crecimiento orgánico favorecido por su plan de recortes. En este contexto, la compañía quiere cerrar este año la transacción que involucra a su filial china, Shanghai RAAS, y que debería de reportarle una inyección de 1.390 millones de euros, mientras sigue estudiando otras desinversiones.

Este miércoles, la Ibex comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que está ultimando una operación corporativa que implicaría cambios «en la estructura accionarial» de la empresa asiática, de la que tiene una participación del 26,2%. La transacción se encuentra en una fase muy inicial, por lo que la compañía simplemente ha remarcado durante un encuentro con la prensa que quiere seguir siendo un accionista «significativo» de la compañía, con un volumen suficiente para continuar teniendo un puesto en el consejo de administración. Cuando entró en SR en 2020, la compañía asumió tres de los nueve asientos del organismo.

Más operaciones

En paralelo, la empresa estudia más transacciones que también quiere cerrar a finales de 2023. «La compañía tiene varias posibles transacciones que no tiene por qué ser veta de activos. Sabemos que hay activos importantes con valor de mercado», ha explicado Daniel Segarra, vicepresidente de relación con inversiones de Grifols, a los medios después de la Junta General de Accionistas del año 2023.

La biofarmacéutica quiere reducir su ratio deuda/ebitda del 7x actuales, hasta el 4x en el año 2024. El 30% de esta disminución provendrá de estas desinversiones, mentiras que el 70% restante lo proporcionará el crecimiento orgánico de la compañía, favorecido por el plan de mejoras anunciado el mes de febrero.

Sobre este programa de recortes, que debe de reportar un ahorro de 450 millones de euros, la multinacional ya ha ejecutado las principales medidas, que incluía 2.000 despidos en Estados Unidos por el cierre de 25 centros de recogida de plasma en el país norte americano. «Hace años, compramos centros y empresas de plasma, más o menos cerca de los que teníamos. Ahora los hemos fusionado, con menos personal y gastos de alquiler», ha añadido Nuria Pascual, jefa de relaciones con inversores.

Durante la Junta de Accionistas, el presidente ejecutivo Grifols ha aprobado la reelección de Raimon Grifols, Tomás Dagá y Carina Szpilka como consejeros, a la vez que ha acordado nombrar a Deloitte como nuevo auditor de las cuentas consolidadas para los ejercicios 2024, 2025 y 2026.

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