Green Hysland, el proyecto de Enagás que creará un «ecosistema de hidrógeno verde» en las Baleares

El proyecto Green Hysland ha sido seleccionado por la Fuel Cell and Hydrogen Joint Undertaking (FCH JU) de la Comisión Europea para  recibir una subvención de 10 millones de euros para su desarrollo. Se trata de la segunda mayor subvención concedida por este organismo a un proyecto de hidrógeno verde, y la primera a un país mediterráneo.

Gracias a este proyecto, Mallorca se convertirá en el primer ejemplo europeo de una economía insular basada en el hidrógeno renovable como medida para reducir las emisiones de CO2.

El proyecto está coordinado por Enagás e impulsado por Acciona, Cemex y Redexis dentro de un plan de reindustralización de los terrenos de Cemex en Lloseta. Su desarrollo se basa en una planta de generación de hidrógeno verde de Acciona y Enagás que generará y distribuirá, cada año, unas 300 toneladas de hidrógeno verde —producido con energía solar— para su uso en la isla.

Además, cuenta con el apoyo del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a través del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) y el Govern balear. El consorcio está formado por un total de 30 socios de 11 países diferentes (9 de ellos de la Unión Europea, Chile y Marruecos), del ámbito industrial, científico y del sector público.

Para Antonio Llardén, presidente de Enagás, «proyectos como Green Hysland son una muestra de la importancia de la coordinación y la cooperación para avanzar en el proceso de la descarbonización. Gracias a las 30 entidades que forman parte del consorcio, toda la cadena de valor está representada en el proyecto, lo que asegura tanto el despliegue de la infraestructura para la producción de hidrógeno verde como su uso en aplicaciones finales».

España como hub del hidrógeno en el sur de Europa

Se calcula que con este proyecto la isla reducirá en 20.700 toneladas al año sus emisiones de CO2, uno de los gases causantes del efecto invernadero. Creará, además, nuevas oportunidades de empleo en un momento de recesión económica debido al impacto de la Covid-19 en el sector turístico de las islas Baleares.

El proyecto forma parte de la “Hoja de Ruta del Hidrógeno: una apuesta por el hidrógeno renovable” del Gobierno, que busca posicionar a España como referente tecnológico en la producción y aprovechamiento de hidrógeno renovable.

Este plan gubernamental tiene como objetivo que España alcance una capacidad de producción de hidrógeno de 4 GW en 2030 con una inversión total estimada de 8.900 millones de euros.

Un modelo energético que se replicará en otras islas

Una vez esté en marcha el proyecto Green Hysland, Mallorca se posicionará como el primer hub de hidrógeno renovable del sur de Europa, y servirá como modelo para replicar el proyecto en otras islas dentro y fuera de la Unión Europea.

El proyecto, que se desarrollará entre 2021 y 2025, será la base para un plan de acción para las llamadas «islas de hidrógeno” que llegará a otros cinco territorios insulares de la UE —Tenerife, Madeira en Portugal; Aran, en Irlanda; Ameland, en los Países Bajos; y a las islas griegas— y formará parte de una red de intercambio de experiencias dentro de la iniciativa europea Energía limpia para las islas de la UE.

Aplicaciones del hidrógeno producido en Green Hysland

El hidrógeno renovable producido en Green Hysland tendrá múltiples aplicaciones en la isla: como combustible para flotas de autobuses y de vehículos de alquiler eléctricos, de pila de combustible, para la generación de calor y energía para edificios comerciales y públicos, y para suministrar energía auxiliar a los ferris e instalaciones portuarias, entre otros usos.

Además, se plantea el uso del hidrógeno como gas verde inyectándolo en los gasoductos ya existentes en la isla para descarbonizar el suministro de gas. Una propuesta clave para acelerar la neutralidad climática.

Los gases renovables y de baja emisión de carbono, incluyendo los gases de origen natural, como el biometano y los biogases, juegan un papel esencial tanto en la descarbonización de la economía como en la reducción de las emisiones.