Great Wall Motors rechaza finalmente quedarse con la fábrica de Nissan en Barcelona
La automovilística china dice 'no' a la contraoferta presentada por el Gobierno, la Generalitat y Nissan, que incluía más ayudas públicas y una rebaja del precio de los activos
La automovilística china Great Wall Motors no se instalará finalmente en los terrenos de Nissan en Zona Franca (Barcelona). La compañía rechazó este lunes de manera oficial la contraoferta presentada por Nissan, el Gobierno, la Generalitat y el Consorci de la Zona Francia que incluía más ayudas públicas y una rebaja de los costes para quedarse con los activos de la instalación catalana.
Fuentes sindicales explicaron que la empresa china comunicó su retirada del proceso de reindustrialización al no quedar convencida con la segunda propuesta recibida la pasada semana. Se abre ahora un proceso en el que existen otros candidatos para quedarse con la planta como el hub de descarbonización, la australiana Goodman o Merlin Properties. Las reuniones con los interesados se mantienen desde hace días.
A lo largo de esta semana están previstas diferentes reuniones con los potenciales inversores para llegar el próximo día 17 a la reunión oficial de la comisión de reindustrialización con las candidaturas ya clarificadas.
De este modo, el futuro industrial para el centro se complica. Nissan abandonará la instalación el próximo 31 de diciembre en un cierre que ya ha comenzado. Sin una alternativa clara (el hub parece la oferta más avanzada), los trabajadores se quedarán sin empleo con la entrada de 2022.
La negativa de Great Wall Motors se produce después de que fuentes del Ministerio de Industria diesen por hecho un acuerdo al que, según las mismas voces, apenas le quedaban unos flecos técnicos para firmarse. Esto fue la semana pasada. Y en apenas cinco días, la automovilística china rechazó la contrapropuesta y dio un portazo a su aterrizaje en Barcelona.
A pesar del optimismo de la cartera dirigida por Reyes Maroto, lo cierto es que los intentos de concertar una reunión con la cúpula del fabricante de coches cayeron en saco roto una y otra vez.
La contrapropuesta disparaba las ayudas por encima de los 100 millones
El pasado martes, la ministra y el conseller d’Empresa, Roger Torrent, enviaron al inversor una carta modificando los términos de la primera propuesta que no le habían convencido. Esto incluía más ayudas públicas, una rebaja del precio de los activos y un compromiso por parte de los trabajadores de revisar el acuerdo inicial alcanzado con Nissan
De este modo, Gobierno y Generalitat aceptaban subir los incentivos a Great Wall Motors, que en un primer momento alcanzaban los 100 millones de euros. También Nissan se avino rebajar el traspaso de las fábricas después de los reproches de la administración a lo largo de los últimos días. La oferta a cuatro bandas incluía un bajada del alquiler por parte del Consorci de la Zona Franca de los terrenos y el compromiso del comité de empresa de sentarse a renegociar el acuerdo alcanzado en su día con Nissan.
El precio no fue la única pega que la automovilística china puso en su auditoría. La organización revisó sus planes para el mercado europeo y de las 150.000 unidades que calculaba vender en 2025 saltó hasta las 300.000, una cifra que la planta barcelonesa no está capacitada para producir.