Great Wall Motors pide más dinero público para quedarse con Nissan Barcelona
La compañía china rediseña sus planes en Europa y duda de la capacidad de la planta de Zona Franca para dar cabida a toda la operación. Los sindicatos piden que ya se analicen las otras ofertas
Cuando Gobierno, Generalitat y Nissan daban casi por hecha la llegada de Great Wall Motors a la fábrica de Zona Franca (Barcelona), la empresa china pone pegas a la inversión. La compañía no quedó muy convencida de los activos de la planta barcelonesa y junto con el replanteamiento de sus planes para el mercado europeo tiene ahora dudas de quedarse con la instalación. Más dinero público, eso sí, podría ayudar a desencallar la inversión.
La Mesa de reindustrialización del centro de Nissan en Barcelona –formada por administraciones, empresa y sindicatos– celebró este miércoles por la noche un encuentro extraordinario tras conocer los resultados de la auditoría que Great Wall Motors hizo de las instalaciones de la organización nipona.
Según explicaron fuentes del comité de empresa, la automovilística china expresó sus dudas con la capacidad productiva y el estado de los activos disponibles. «Deberían aumentar la inversión prevista para actualizar las plantas productivas actuales», señalaron las mismas voces.
La situación no es irresoluble eso sí. De hecho, se podría dejar atrás con la solución más vieja que existe en este tipo de proyectos: más ayudas públicas. «Solicitan un aumento de los incentivos por parte de las administraciones», añadieron. El plan inicial del Gobierno y la Generalitat ya contemplaba una inyección de recursos de aproximadamente 100 millones de euros para poner en marcha la producción de los vehículos de la marca china.
Great Wall Motos no quiere respetar el acuerdo con los trabajadores de Nissan y duda de la capacidad de la fábrica de Zona Franca
Tras conocer las dudas de Great Wall Motors, que además quiere incrementar la producción para el mercado europeo frente a las primeras previsiones, los sindicatos pidieron «la implicación al más alto nivel de los representantes políticos españoles». La planta de Zona Franca podría no tener la suficiente capacidad para abastecer a todos los clientes que la empresa cree que captará en el Viejo Continente.
Además, la organización tampoco ve con buenos ojos el acuerdo alcanzado con el comité de empresa de Nissan, que le obliga a quedarse con el personal del fabricante japonés por orden establecido de edad y con unas condiciones, a su juicio, inasumibles. La respuesta de los trabajadores fue inmediata: pedir que se reactive el análisis de las otras ofertas recibidas, procedentes de Silence y QEV Technologies.
La estrategia de Great Wall rompe la solución idílica para Nissan Barcelona
Si en un primer momento eran tres los interesados para hacerse con el centro barcelonés, administración y empresa habían diseñado un plan para que las tres propuestas pudiesen convivir en las diferentes instalaciones puestas al mercado. Great Wall Motors se quedaría con el centro portuario mientras Silence y QEV Technologies se repartirían los satélites en Sant Andreu y Montcada.
Según preveían las fuentes consultadas por Economía Digital, las negociaciones debían progresar a lo largo del mes de noviembre. En este periodo estaba previsto que se atase la reindustrialización a grandes rasgos para que se pudiera sellar en la reunión de la Mesa, convocada para el 1 de diciembre.
A lo largo de octubre, representantes de Silence y QEV Technologies visitaron las instalaciones de la compañía para conocer los activos al detalle. Los últimos en hacerlo fueron los emisarios de Great Wall Motors, que aterrizaron en Barcelona a finales de mes con la voluntad de asistir a las primeras reuniones presenciales así como visitar también tanto la fábrica de Zona Franca como la de Montcada.
En el centro barcelonés, la automovilística china ensamblaría seguro el Ora Cat, un vehículo pequeño. También está sobre la mesa la producción del Wey Coffe, un SUV. Great Wall Motors comunicó a las administraciones que la actividad oscilaría entre las 41.000 unidades en 2023 y las 150.000 unidades en 2025. Sin embargo, estas cifras fueron revisadas al alza, por lo que podrían no caber en las líneas de producción de Zona Franca.