Goldman Sachs y JPMorgan se van de Rusia
Secundan de esta manera el éxodo del país de múltiples empresas e instituciones occidentales tras la invasión de Ucrania
Como tantas otras empresas, los bancos estadounidenses Goldman Sachs y JPMorgan están llevando a cabo el cierre de sus negocios en Rusia. Secundan de esta manera el éxodo del país de múltiples empresas e instituciones occidentales tras la invasión de Ucrania.
«Goldman Sachs está cerrando su negocio en Rusia de conformidad con los requisitos reglamentarios y de licencia», informó la entidad. «Estamos enfocados en ayudar a nuestros clientes en todo el mundo a administrar o liquidar obligaciones preexistentes en el mercado y garantizar el bienestar de nuestra gente», añadió.
La entidad dirigida por David Solomon mantenía su presencia desde 1998 en el mercado ruso, donde cuenta con casi un centenar de empleados. La exposición del banco a pérdidas crediticias vinculadas a Rusia rondaba los 650 millones de dólares (594 millones de euros) al cierre de 2021.
Aunque la exposición crediticia neta era de solo 293 millones de dólares (268 millones de euros), a los que sumar otros 414 millones de dólares (378 millones de euros) de exposición de mercado, hasta un total de 707 millones de dólares (646 millones de euros). De su lado, JPMorgan, presidida por Jamie Dimon, indicó que, de conformidad con las directivas de los gobiernos de todo el mundo, la entidad «ha venido reduciendo activamente los negocios rusos y no se ha buscado ningún negocio nuevo en el país». De este modo, las actividades de la entidad se limitarían a ayudar a los clientes globales a abordar y liquidar obligaciones preexistentes; gestionar su riesgo relacionado con Rusia y actuar como custodio.
Amenazas de Rusia
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha amenazado este jueves pasado con gestionar los activos de aquellas empresas extranjeras que han tomado la decisión de suspender sus operaciones en el territorio ruso como respuesta al conflicto bélico que ha provocado en Ucrania. Y es que, en las últimas semanas, grandes empresas internacionales han anunciado que dejan de vender sus productos en Rusia, suspenden sus operaciones o incluso abandonan el país, tratando de hacer su propio boicot a Rusia, más allá de las limitaciones que ha puesto la Unión Europea u otras instituciones.
Una de las últimas en unirse a esta tendencia, como ya se ha mencionado anteriormente, ha sido el banco Goldman Sachs, el primer gigante de Wall Street en tomar esta decisión. Otras grandes marcas que ya no operan en Rusia son Inditex, Uniqlo, McDonald’s, Coca Cola o Starbucks.
Durante una reunión con miembros del Gobierno, tal y como han informado agencias rusas, el mandatario ruso ha avisado que no van a cerrarse a nadie, «estamos abiertos a trabajar con todos nuestros socios extranjeros que lo deseen. Los derechos de los inversores y colegas extranjeros que permanecen en Rusia y trabajan en Rusia deben protegerse de manera confiable«.
«Pido al Gobierno que no pierda de vista esto, ante los que van a cerrar sus plantas de producción, aquí hay que actuar con decisión… Así, como ha sugerido el presidente del gobierno, habrá que introducir la gestión externa y luego transferir estas empresas a los que quieren trabajar”. Hay suficientes instrumentos legales, instrumentos de mercado«, han señalado fuentes rusas.