Goirigolzarri (Caixabank) pide al Gobierno transparencia con los fondos europeos
El presidente de Caixabank avisa al Ejecutivo que debe evitar una visión dirigista con los fondos y pide que se apoye en los empresarios en el proceso de recuperación económica
El presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri, asegura que «nunca» en su vida profesional ha asistido a la salida de una crisis económica que cuente con este reto transformador, que será respaldado por los fondos europeos. Pero pide al Gobierno «transparencia» sobre cómo van fluyendo estos fondos y «responsabilidad».
Durante su participación en el 11º Foro Exceltur, que se celebra este martes en Ifema, en vísperas de Fitur, el directivo del Ibex 35 recuerda que estamos ante una «oportunidad única» para atacar vulnerabilidades. Cree que el problema de España no es de falta de diagnóstico, y que la cuestión es la implementación de las medidas necesarias para enfrentarnos a estas debilidades.
«Hay un nudo gordiano en la economía española, su baja productividad». Y en su opinión, la mejora de la productividad debe mejorar no solo con políticas de demanda sino de ofertas, y esto es sinónimo de reformas en el sistema de pensiones, que requieren un decidido apoyo político. «Soy consciente de que no es fácil, pero si es necesario porque nos hemos comprometido con Europa y por otra parte porque es clave si queremos avanzar», apunta.
Precisamente por esto, entiende que la utilización de los fondos europeos debe tener una visión amplia y no cortoplacista, una visión estratégica con el objetivo de mejorar la economía en el medio y largo plazo, y así, aunque a las generaciones futuras se les deje más deuda podrá ser compensada con más productividad.
El presidente de Caixabank destaca que el turismo necesita un PERTE (tal y como defienden todas las empresas del sector) y no políticas transaccionales. Además, insiste en que los fondos europeos deben ser apoyados con transparencia. «Invertir una cantidad de fondos tan extensa es un reto complejo técnicamente y la transparencia sobre cómo van fluyendo es un tema de responsabilidad, pero además es una forma de rectificar con mayor rapidez posible si se cometen errores, que se cometerán».
Asimismo, recuerda que España es un país de pymes. «No tengo dudad que las grandes empresas tendrán buenas propuestas, pero para la mayoría de casos no será suficiente, necesitaran esquemas de enorme capilaridad», añade. En este sentido, revela que durante Tourism Innovation Summit celebrado en noviembre, la mayoría de empresarios manifestaron no saber cómo acceder a los fondos, «el acceso debe ser sencillo y con menos lío burocrático».
Además, cree que debe evitarse el uso de fondos con una visión dirigista, y no dejar de lado el papel del empresario «que es quien cambia las reglas del juego». En Caixabank, explica, se han ofrecido a las administraciones para colaborar en la distribución de los fondos porque entiende que la banca «dada su capacidad de movilización de fondos y capacidad para cofinanciar proyectos» puede ser un aliado para la gestión.
Goirigolzarri entiende que es un momento exigente para los sectores y gestores empresariales pero también de oportunidad para las empresas, porque surgen oportunidades que serán aprovechadas por aquellas compañías que entiendan la dinámica de los cambios y sepan dar respuesta, y si hay un sector que lo ha aprovechado con anterioridad es el turístico. «Estoy seguro que lo hará de nuevo».
En este sentido reconoce la labor que están haciendo las empresas turísticas. «Lo vivimos de manera cercana por el estrecho contacto que tenemos con más de 11.000 empresas del sector y también con 40 asociaciones que tienen convenio con nosotros«. Dos de cada tres hoteles en España son clientes de Caixabank, el banco cuenta con una cartera de crédito del sector de casi 8.200 millones de euros y los han apoyado con los créditos ICO, en concreto, han otorgado el 14% de los avales concedidos al sector hotelero y en moratorias, más de 3.200 millones de euros.
Un apoyo, señala, que ha continuado en 2021 con otras ayudas más allá de las excepcionales de la pandemia, aproximadamente la nueva financiación ha alcanzado los 6.200 millones, «la más alta de nuestra historia», concluye.